De acuerdo con la acusación, el 18 de febrero
de ese año, en pleno invierno, 19 soldados que se había negado a
realizar unas rutinas de gimnasia fueron trasladados a una base militar,
donde fueron golpeados por Ajalaia y otros jefes militares.
"Después de la paliza, los 19 soldados, desnudos de cintura para arriba,
fueron encerrados en un baño, sin luz ni calefacción. Estuvieron allí,
en esas condiciones, casi tres días. No les dieron alimentos como mínimo
durante 36 horas", dijo Kbilashvili.
En el episodio, agregó
el fiscal, participó también el jefe del Estado Mayor Unificado de las
Fuerzas Armadas Georgianas, Gueorgui Kalandadze, quien afronta una
acusación de abuso de poder y actualmente se encuentra en libertad bajo
fianza.
La víspera, el abogado de Ajalaia y Kalandadze declaró
que sus defendidos se declaran inocentes de los delitos de que se les
acusa.
Según el fiscal, el jefe del Estado Mayor Unificado podría volver a prisión preventiva si así lo dictamina el juez.
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