Timoshenko, en huelga de hambre desde el 29
de octubre pasado en "protestas contra el fraude" en la recientes
elecciones parlamentarias, se ha negado de manera reiterada a comparecer
en el ante el juez por motivos de salud, pues padece de una hernia
discal.
El comienzo del juicio, cuya audiencia preliminar de
celebró el 19 de febrero de este año también en ausencia de la ex
primera ministra, ha sido aplazado ya una decena de veces.
En
este segundo proceso judicial, Timoshenko es acusada de endosar al
Estado una deuda contraída por la corporación Sistemas Energéticos
Unidos de Ucrania (SEUU) con el Ministerio ruso de Defensa por valor de
405,5 millones de dólares.
Según la acusación, Timoshenko
desvió fondos públicos en connivencia con el entonces primer ministro de
Ucrania, Pável Lazarenko, entre 1997-98, a lo que se suma la evasión de
impuestos.
Timoshenko, condenada en octubre pasado a siete
años de cárcel por abuso de poder, podría ser sentenciada a hasta doce
años de cárcel si es declarada culpable de estos delitos.
El
segundo juicio contra Timoshenko podría no ser el último en la ofensiva
legal emprendida por las autoridades ucranianas contra ella, ya que la
Fiscalía ha adelantado que acusará formalmente a la opositora de
complicidad en asesinato.
La ex jefa de Gobierno y líder
opositora ha denunciado que la persecución judicial en su contra es por
motivos políticos y venganza personal del presidente ucraniano, Víctor
Yanukóvich.
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