La propuesta, presentada por las compañías
aéreas rusas, señala que en el momento de embarcar los pasajeros deberán
entregar las bebidas alcohólicas a la tripulación y estas les serán
devueltas al llegar a destino, informa hoy el periódico
"Rosíiskaya Gazeta".
Según el diario oficial, la norma, que
obligará a dejar en consigna también las bebidas compradas a bordo del
avión, no prohíbe a las compañías aéreas servir a sus pasajeros un vaso
de cerveza o de vino durante el vuelo.
Aunque la recogida, el
almacenamiento y la devolución de las bebidas alcohólicas suponen un
trabajo adicional para el personal de las compañías aéreas, éstas se
muestran dispuestas a asumirlo en aras de la seguridad de los vuelos.
"En el último año y medio una sola compañía aérea contabilizó más de
mil casos de borrachos que supusieron una amenaza para la seguridad de
vuelo", apuntó "Rossískaya Gazeta", que destacó que los vuelos largos,
de más de diez horas, son "especialmente difíciles para las
tripulaciones".
El Ministerio de Transportes ha propuesto,
además, que las tripulaciones vayan acompañadas de agentes de seguridad,
que en caso de necesidad puedan reducir por la fuerza a los gamberros
que hacen de las suyas durante el vuelo.
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