“El sistema motiva la resolución informal de los problemas de negocios”

Entrevista a Serguéi Beliakov, viceministro de Desarrollo Económico. Fuente: Kommersant

Entrevista a Serguéi Beliakov, viceministro de Desarrollo Económico. Fuente: Kommersant

¿Cómo recuperar la inversión para el país? ¿Qué ofrecer a los inversores, además de la creciente demanda de los consumidores? ¿Qué ventajas competitivas quedan aún en Rusia? El viceministro de Desarrollo Económico respondió a estas preguntas en una entrevista a la revista 'Vlast' .

Las condiciones de gestión de negocios son uno de los factores que determinan la atracción del país para los inversores. Ahora hemos subido al 112º lugar en el índice de “Doing Business” del Banco Mundial... ¿Conseguiremos el 20º lugar, como pretende Putin?

 

Francamente, para mí es más importante que nuestro cliente sienta los resultados de nuestras acciones, que haya una simplificación de las condiciones de gestión de los negocios.

 

Y si todo lo que hemos esbozado lo ponemos en práctica, esto es, afecta a los  términos de negociación, al volumen de documentos de patentes, a los costes de producción, etc, entonces, por supuesto que subiremos en la clasificación.

 

El contenido de indicadores específicos se cimenta sobre la base de unas hojas de ruta donde está explicado qué hay que hacer y cuándo. En realidad, es un documento administrativo. Hasta ahora se han aceptado cuatro hojas de ruta, y en total habrá 22. Este es el mecanismo de mejora de nuestros indicadores. Y el lugar en la clasificación de Doing Business solo será la consecuencia.

 

Los resultados muestran que los mecanismos para lograr el propósito se han elegido correctamente. Pero hay otra conclusión del último informe del Banco Mundial.

 

Debemos ser mucho más activos y eficaces en la realización de las medidas desarrolladas. El capital va donde el rendimiento es mayor y hay menos costos y  riesgos. Todo va bien con el rendimiento, pero es imprescindible reducir  los riesgos y los costos radicalmente.

 

¿Y será suficiente? Creo que ahora, con las inversiones, ocurre lo contrario: los riesgos y los costos son menores.

 

La cantidad de inversiones está disminuyendo en EE UU y en los países BRICS. Durante las crisis se prefiere ahorrar, ya que la inversión en estas condiciones implica riesgos. No es una particularidad de Rusia.

 

El año pasado tuvimos inversiones directas extranjeras por un valor de 52.300 millones de dólares. Este año, en tres trimestres ha habido alrededor de 38.000 millones de dólares.

 

Espero que para el resumen del año tengamos alrededor de 52.000 millones de inversión extranjera directa, pero esto no es suficiente. El volumen mínimo requerido es de alrededor de 75.000 millones al año. Es necesario para afrontar los retos de la modernización de la economía. Los fondos públicos para este proceso no son suficientes.

 

¿Se trata precisamente de inversiones extranjeras?

 

Cuando hablo de 75.000 millones al año, sí. En general, cuando hablamos de condiciones de negocio, no lo dividimos entre capital ruso y extranjero. Las condiciones deben ser cómodas para los negocios. Y el capital no tiene nacionalidad.

Pero las inversiones extranjeras no son el único problema.

Hacemos énfasis en las inversiones extranjeras por dos razones. En primer lugar, siempre se trata de tecnología y competencia. Es una herramienta esencial para realizar el llamado salto tecnológico.

En segundo lugar,  las empresas extranjeras globales y los fondos tienen la oportunidad de elegir dónde invertir. Buscan el máximo rendimiento con el mínimo riesgo, y la economía a la que llega el capital obtiene una fuente adicional de desarrollo.

Otro problema son las limitaciones de infraestructura, que limita la demanda de inversión. Es necesario financiarla. Aquí sí es importante el papel de la inversión estatal. Ahora no tenemos posibilidad de gastar en infraestructura tanto como antes.

 

Otra dificultad es que el sistema alienta a que los problemas se resuelvan de manera informal. Esto es incorrecto y el Estado debe aparecer cuando se descubra alguna infracción de la legislación.

 

Ahora, los negocios son un dolor de cabeza. Los funcionarios ven en ellos  exclusivamente infractores.

 

Existía un tipo de ventaja competitiva, el capital humano y la calidad de la educación.

 

Hay evaluaciones de ejecutivos de grandes empresas extranjeras que tienen filiales que operan en Rusia que así lo demuestran.  La pregunta es si esta ventaja será suficiente por mucho tiempo. No soy partidario de idealizar la situación...

 

La movilidad de recursos humanos es otro problema. Por ejemplo, en Kaluga muchos  inversores quedan admirados por la calidad del personal. Y ahora no hay nadie que pueda trabajar en estas empresas, porque ya se ha hecho una selección.

 

Tenemos un desempleo bajo,  lo que es, por supuesto, una ventaja. Pero es una desventaja desde el punto de vista de suplir las necesidades de crecimiento de la economía. Y tenemos una baja movilidad de la población.

 

Es casi imposible estimular el traslado de una región a otra por causas laborales, si una empresa abre en un lugar y requiere personal.

 

Como fue, por ejemplo, el caso del posible cierre de las plantas Rusal en la región de Leningrado. Hasta donde yo sé, la gestión de la empresa ofreció al personal mudarse a otras regiones, donde se desarrollaban las empresas de Rusal, donde había necesidad de nuevos empleados.

 

Es decir, ¿de la región de Leningrado a Siberia?

 

Todos se quedaron donde vivían. En nuestro modelo de conducta, no está incluida la posibilidad  de un rápido cambio de residencia. En parte, es un legado de la estructura de la economía soviética.

 

Hay que crear las condiciones para que el traslado no suponga un choque. Para que no solo dos capitales puedan proporcionar un nivel digno de calidad de vida, de infraestructura cultural, médica, de servicios educativos. De ahí toda esta historia con las inversiones, la modernización, la diversificación, en definitiva, para que la calidad de vida en el país mejore.

 

Artículo publicado originalmente en Vlast. 

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