Los retos de la industria del carbón

Se hace necesaria la introducción de tecnologías efectivas de procesamiento, con el objetivo de innovar y hacer frente a los problemas de este sector en Rusia. Fuente: ITAR-TASS

Se hace necesaria la introducción de tecnologías efectivas de procesamiento, con el objetivo de innovar y hacer frente a los problemas de este sector en Rusia. Fuente: ITAR-TASS

Las empresas rusas siguen aumentando la exportación. Para competir en el mercado internacional es importante innovar la tecnología. En el fondo, se trata de ampliar los límites de uso en lugar de la extracción.

Cuando se habla de la competitividad de la economía rusa se suele plantear, en primer lugar, el desarrollo de sectores de alta tecnología, de los que rara vez forma parte la industria de la energía y el combustible.

 

De alguna manera se toca el tema de la modernización de las refinerías de petróleo, y es que la calidad y el precio de la gasolina son temas de actualidad no sólo para los profesionales del mercado. Sin embargo, nadie se acuerda de la industria del carbón.

 

Al mismo tiempo, la extracción de gas de esquisto(por cierto, en el sector de las altas tecnologías) es una seria amenaza para todo el complejo de la energía y el combustible ruso, especialmente para la industria del carbón.

 

Por otro lado, el exceso de combustible en el mercado interior de Estados Unidos ha empujado a los exportadores norteamericanos a aumentar precipitadamente el suministro de carbón al mercado exterior, en primer lugar a Europa.

 

Los países de la Unión Europea adquirieron en 2011 un total de 17,8 millones de toneladas de carbón estadounidense, es decir, 10 millones de toneladas más en comparación con el año 2010.

 

¿Cómo influye esto en el balance de combustible de Rusia? Los europeos intentan reducir su dependencia de Gazprom  y reducen las compras, de modo que el gas ruso se queda en el mercado interior, lo cual, a su vez, reduce el consumo interior de combustible de carbón.

 

Como resultado, el balance de combustible de Rusia está cada vez más hipertrofiado. Hoy en día el gas constituye un 53,4%, mientras que el carbón apenas roza el 15,8%, y lo mismo ocurre en el complejo de la energía y el combustible, donde el balance es de un 70% frente a un 25%, respectivamente.

 

El gas natural ya ha remplazado al carbón como combustible en la parte europea de Rusia y en la actualidad comienza a ganarle terreno en el Extremo Oriente.

 

El volumen de exportación

 

Las empresas rusas del carbón siguen incrementando la exportación. En 2012 podría alcanzar más de 120 millones de toneladas (frente a los 111 millones en 2011), y ocupaba el tercer puesto en el mundo tras Indonesia y Australia.

 

Esto garantiza la afluencia de inversión extranjera para la renovación y la modernización parcial de las reservas mineras. Pero, por otro lado, tras la última caída prolongada de los precios en el mercado mundial, las empresas del sector han perdido unos 50.000 millones de rublos (unos 1.600 millones de dólares), y la inversión a finales de este año se reducirá en un 40%.

 

A pesar de ello, hay algunos aspectos positivos en la industria del carbón rusa. El hecho de que la exportación sea una prioridad obliga a desarrollar un enriquecimiento del carbón dentro del país.

 

Actualmente el ritmo de crecimiento de esta transformación supera el ritmo de crecimiento de las extracciones. En el extranjero este combustible goza de mayor demanda que en Rusia.

 

En el fondo, la única salida consiste en ampliar los límites de uso en lugar de la extracción. Por ejemplo, utilizarlo para generar energía eléctrica y satisfacer las necesidades propias.

 

Merecen especial atención los trabajos de investigación de las tecnologías para la gasificación del carbón o la creación de productos de carboquímica con propiedades de aplicación más eficaces y con un valor añadido.

 

Pero esto exige la introducción de nuevas soluciones en las estructuras organizativas y tecnológicas de las empresas.

 

Uno de los primeros pasos en esta dirección es el Clúster Energético Carbonero Karakanski (CECK) en la cuenca Kuznetsk, cuya creación comenzó en 2010. Este proyecto reúne tareas de extracción, generación y transformación en el yacimiento carbonero Karakanski (distrito Belovski, cuenca Kuznetsk).

 


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El CECK prevé la creación de un complejo extractor de carbón con una potencia de 8 millones de toneladas al año (con posibilidad de subir a los 10 millones de toneladas), un complejo de transformación de 6 millones de toneladas al año, una fábrica de producción de Termokoks, una central térmica con una potencia de 45 MW y un complejo logístico.

 

La principal ventaja de este tipo de complejos es que se puede calcular su tirada, lo que permite que una región deficitaria en energía como Kémerovo comience a autoabastecerse.

 

A esto cabe añadir el ahorro de la reducción de los volúmenes de transporte de carbón. Finalmente, se presenta la posibilidad de sustituir el coque por “Termokoks”, más barato, como regenerador carbónico en las empresas metalúrgicas de la cuenca Kuznetsk.

El crecimiento del consumo de carbón en el interior del país no es sólo cuestión de optimizar el balance energético. Es una cuestión de seguridad energética y de viabilidad económica.

 

En efecto, la introducción de tecnologías efectivas de procesamiento del carbón nos permitirá adaptarnos mejor a la coyuntura exterior y estabilizar el crecimiento socioeconómico en las ciudades mono industriales.

 

Gueorgui Krasnianski, presidente del Comité Organizador Ruso del Congreso Mundial de Minería.


Artículo publicado originalmente en RBC Daily.

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