La nota destaca que las elecciones
"transcurrieron con tranquilidad, sin excesos de ninguna clase y en
consonancia con los estándares democráticos".
"La campaña
electoral de casi tres meses, marcada por una dura lucha entre sus
contrincantes, fue limpia y abierta", apunta, según las agencias
locales.
Rusia opina que la principal conclusión de los
comicios parlamentarios es que "Ucrania confirmó una vez más su lealtad a
las normas vigentes en un Estado democrático y de derecho".
"Seguimos con interés la marcha de las elecciones y esperamos
sinceramente como resultado de la expresión popular que la firme
cooperación entre Rusia y Ucrania reciba un nuevo impulso", añade.
Los observadores de la OSCE, el Consejo de Europa y el Parlamento
Europeo criticaron ayer las elecciones ganadas por el gobernante Partido
de las Regiones del presidente, Víctor Yanukóvich, que roza la mayoría
absoluta.
"Un paso atrás en relación con anteriores elecciones
en Ucrania", ese fue el veredicto de la misión internacional de
observadores de la OSCE sobre los comicios parlamentarios del domingo.
Los observadores occidentales criticaron en particular el
encarcelamiento de la ex primer ministra, Yulia Timoshenko y del
exministro del Interior, Yuri Lutsenko, que calificaron de "Justicia
electoral".
Nada más conocerse el informe de la OSCE, la
incansable Timoshenko se declaró en huelga de hambre en protesta por el
supuesto fraude electoral.
"Me declaro en huelga de hambre en
señal de protesta por la falsificación de las elecciones y la falta de
legitimidad del Parlamento. Sé y creo que la mayoría de ucranianos me
entienden y apoyan", aseguró.
En caso de estar en libertad,
añadió, "llamaría, sin dudarlo, a acciones indefinidas de desobediencia
civil para poner en su lugar a los falsificadores, como ya hicimos en
otras ocasiones", en alusión a la Revolución Naranja de 2004.
"Del 29 de julio al 29 de octubre tuvieron lugar las elecciones mas
sucias de la historia de la Ucrania independiente", sentenció.
Éstas elecciones eran claves en las relaciones entre Ucrania y la Unión
Europea, que advirtió la pasada semana al presidente, Víctor
Yanukóvich, que las parlamentarias serían una "prueba de fuego" sobre el
compromiso democrático del país.
Pese a las críticas, el jefe
de la delegación del Parlamento Europeo, Pável Koval, descartó posibles
sanciones contra Kiev por el retroceso democrático, como en el caso de
la vecina Bielorrusia, quizás por temor a entregar a Ucrania en los
brazos de la Unión Aduanera con Rusia.
El primer ministro
ucraniano, Nikolái Azárov, proclamó la victoria del partido que lidera y
subrayó que las elecciones habían sido limpias.
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