La nueva mayoría negociará el reparto de las
carteras en el Gobierno a partir de esta semana, aunque los
socialdemócratas ya señalaron que esperan poder designar al responsable
de las Finanzas.
Y es que la izquierda debe su victoria
electoral, que se concretó horas antes en la segunda ronda de las
elecciones parlamentarias, a las políticas de recortes y austeridad del
actual Gobierno conservador.
Los lituanos dieron su apoyo en
las urnas al PSL, que tras el escrutinio del 90 por ciento de los votos
espera sentar a 38 diputados en el Parlamento (Seima).
Los
socialdemócratas obtuvieron 22 en las circunscripciones mayoritarias
disputadas ayer y otros 16 en la primera ronda de las elecciones
celebrada pasado 14 de octubre.
El Partido del Trabajo
obtendría 30 escaños después de ser hace dos semanas la formación más
votada por listas de partidos con 17, mientras que Orden y Justicia,
liderada por el expresidente Rolandas Paksas, sumará a sus 11 diputados a
la mayoría de 79 escaños, más de la mitad de los necesarios un
Parlamento formado por 141 diputados.
Los conservadores de la
Unión por la Patria del actual primer ministro, Andrius Kubilius, y sus
aliados democristianos lograron salvar el tipo con 21 escaños, a los que
hay que añadir los 12 asientos logrados por el sistema proporcional.
También accedieron al arco parlamentario los liberales, el partido
que representa a la minoría polaca y la formación populista de nueva
creación, La vía de la Valentía.
La economía lituana creció un
5,8 por ciento en 2011, el mayor indicador de los Veintisiete, y un 3
por ciento en el primer semestre de este año.
No obstante, el
desempleo ronda el 13 por ciento y uno de cada cinco lituanos vive por
debajo del umbral de la pobreza, por lo que muchos habitantes de este
país de mayoría católica se han visto obligados a emigrar
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