Mientras, los comunistas lograrían un 14,83 por ciento de las papeletas, su mejor resultado en años.
De esta forma, ambos partidos rondarían el 50 por ciento de votos
necesarios para forjar una mayoría en la Rada Suprema (Legislativo),
para lo que necesitan más de 225 escaños.
Aún en caso de
quedarse corto, según los analistas, el oficialismo podría lograr su
objetivo con ayuda de los candidatos independientes que han ganado en
las circunscripciones mayoritarias (225).
Batkivschina
(Patria), el partido de la ex primera ministra opositora, Yulia
Timoshenko, sería el segundo más votado con el 22,16 por ciento, cifra
por encima de lo pronosticado por las encuestas de opinión.
La
recién fundada Alianza Democrática Ucraniana por las Reformas (UDAR)
del campeón de los pesos pesados, Vitali Klitschkó, sumaría el 12,88 por
ciento.
Precisamente, Klitschkó, que se negó a firmar antes
del domingo un pacto electoral con Batkivschina, llamó hoy a la
oposición unificada a aliarse para evitar que el PR logre la mayoría
constitucional.
"Existen muchas probabilidades de que el
partido en el poder logre la mayoría (absoluta). Estoy seguro de que
UDAR, Batkivschina y Svoboda harán todo lo posible para que el Partido
de las Regiones no alcance la mayoría constitucional", que está por
encima de los 300 escaños de un total de 450, dijo.
Klitschkó
se mostró convencido de que si el PR no hubiera modificado la
legislación electoral para que sólo la mitad de los votos se repartieran
por listas de partidos, la oposición habría ganado los comicios del
domingo.
El quinto partido que accedería al arco parlamentario
serían los nacionalistas de Svoboda (Libertad), que obtendrían un
resultado del 8,51 por ciento, en gran medida gracias al apoyo
mayoritario obtenido entre la numerosa diáspora ucraniana.
Batkivschina, que ha denunciado numerosos casos de falsificación por
parte del partido en el poder, mantiene que PR habría obtenido menos de
30 por ciento de los votos, según el recuento paralelo realizado por sus
partidarios.
Mientras, los comunistas se quedarían en un 11
por ciento, resultados que harían imposible que el oficialista lograra
la mayoría parlamentaria.
El primer ministro, Nikolái Azárov,
proclamó anoche la victoria del partido que lidera y subrayó que las
elecciones habían sido limpias.
En las próximas horas la
misión internacional de observadores de la OSCE emitirá su valoración
sobre las elecciones, que la Unión Europea describió la pasada semana
como "prueba de fuego" del compromiso democrático del país.
Para prevenir posibles protestas contra el fraude, como ocurriera en la
Revolución Naranja de 2004, el Ayuntamiento de Kiev ha prohibido las
manifestaciones en la ciudad hasta el 12 de noviembre.
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