Aún entre rejas tras ser condenada a siete
años de cárcel, convaleciente de una hernia discal y sin poder encabezar
las listas de su partido, el carisma de Timoshenko no tiene parangón en
Ucrania.
Esa es la esperanza de la oposición unificada en
torno al partido Batkivschina (Patria), ya que, aunque el PR es el líder
en intención de voto (25 por ciento), todos los sondeos apuntan a que
perderá bastantes votos debido a la corrupción y a las reformas
económicas impopulares.
Éstas elecciones son cruciales para el
futuro de las relaciones entre Ucrania y la Unión Europea, muy dañadas
debido al encarcelamiento de Timoshenko y de otros opositores, que
muchos en Bruselas ven como un caso de claro revanchismo político.
En caso de victoria de Yanukóvich, la firma del nuevo acuerdo de
asociación con la UE podría retrasarse, lo que podría empujar a Kiev a
entrar a formar parte de la Unión Aduanera con Rusia, Kazajistán y
Bielorrusia, algo que los Veintisiete tampoco desean.
Por
suerte para Yanukóvich, las encuestas indican que los comunistas, sus
eventuales aliados, lograrán su mejor resultado en muchos años con un 12
por ciento de apoyo popular.
En caso de que por listas de
partidos no puedan retener la mayoría, el partido en el poder aún tiene
otro as en la manga, ya que reformó la legislación electoral, según la
cual la mitad de los diputados (225 de 450) se repartirán ahora por
circunscripciones mayoritarias, lo que favorece a los que detentan el
poder.
El primer ministro y líder de PR, Nikolái Azárov, opina
que Timoshenko ya no es rival, ya que sus decisiones al frente del
Gobierno siguen costando al Estado 5.000 millones de dólares anuales y
su programa es el que llevó al país a la catástrofe económica en 2008.
El actual Ejecutivo mejoró notablemente las infraestructuras y
organizó con buena nota la Eurocopa de fútbol, pero el aumento del coste
de la vida y de los impuestos, y la dictadura de los oligarcas han
hecho que muchos ucranianos le hayan dado la espalda.
Según
los analistas, estos comicios serán un ensayo para las presidenciales de
2015, por lo que en caso de victoria Yanukóvich podría reformar la
Constitución para que sea la mayoría parlamentaria, y no los ciudadanos
por sufragio directo, la que elija al presidente dentro de tres años.
No obstante, los partidarios de Timoshenko, cuyo partido se espera
que coseche entre un 15 y un 20 por ciento de apoyos, no tiran la toalla
y han pactado con el partido nacionalista Svoboda (Libertad), al que
los sondeos le conceden un 8 por ciento, tres puntos porcentuales más
que el mínimo requerido para acceder a la Rada Suprema (Legislativo).
Batkívschina también ha intentado pactar con la Alianza Democrática
Ucraniana por las Reformas (UDAR), la formación liderada por el campeón
de los pesos pesados, Vitali Klitschkó, quien podría tener la llave de
la gobernabilidad.
Las encuestas otorgan entre el 15 y 20 por
ciento de los votos a UDAR, por lo que podría incluso ser la segunda
fuerza más votada, motivo por el que el púgil reconvertido en político
prefiere esperar al cierre de los colegios para firmar un acuerdo de
coalición.
Eso sí, ambos partidos se han puesto de acuerdo en
apoyar a un solo candidato en más de medio centenar de circunscripciones
para hacer frente a los oligarcas que respaldan en su gran mayoría a
Yanukóvich.
Tanto la oposición como los observadores han
advertido de que las autoridades -a las que la OSCE ya ha acusado de
abusar de sus recursos con fines electorales- podrían recurrir a la
falsificación, como ocurriera con Yanukóvich en las presidenciales de
2004 que desembocaron en la Revolución Naranja.
"Ésta ha sido
la campaña más sucia de las cuatro en las que he participado. Ucrania es
el país más corrompido del mundo. Sin luchar contra la corrupción, no
se puede esperar tener éxito en las elecciones", aseguró Klitschkó.
En cambio, Azárov, que acusa a la oposición de preparar el terreno
para posibles protestas callejeras, descartó el viernes la posibilidad
de fraude en las elecciones del domingo.
"Sin lugar a dudas,
las elecciones serán limpias. Cómo votará nuestra gente habrá que
preguntárselo a los electores. Lo que está bien claro es que su voluntad
será reflejada objetivamente", aseguró.
Azárov subrayó que la
posible falsificación de los resultados está descartada tanto
tecnológicamente, gracias a la instalación de cámaras web en cada
colegio electoral, como por la presencia de numerosos observadores.
Mientras, la UE advirtió a Ucrania de que las elecciones serán
consideradas como una "prueba de fuego" del compromiso democrático del
país y se mostró confiada en que se desarrollen de forma limpia y justa
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