Putin: “Solo la ONU puede dictarle a Rusia qué armas vender y a quién”

El presidente de Rusia, Vladímir Putin. Fuente: ITAR-TASS

El presidente de Rusia, Vladímir Putin. Fuente: ITAR-TASS

El presidente ruso defendió ayer el derecho de Rusia a exportar armas y material bélico, a menos que se lo impidan las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

La única restricción justificada a tales exportaciones son las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU. “En los demás casos, nadie puede usar pretexto alguno para dictarle a Rusia o a otro Estado con quiénes y cómo llevar el comercio”, subrayó Putin en una reunión dedicada a la cooperación militar técnica de Rusia con otros países.

 

Rusia es la segunda proveedora mundial de armas. “En enero-septiembre de 2012, exportó material bélico por 10.700 millones de dólares, o el 80% del volumen previsto en el plan anual”, dijo. Al cierre del año, agregó, la cifra será ligeramente superior a la de 2011.

 

Reafirmó que todos los contratos militares de Rusia son con los Gobiernos legítimos y que su objetivo es “garantizar la capacidad defensiva de naciones soberanas”. Al firmarlos, Rusia considera la situación en cada región concreta. “Entre los mayores exportadores de material bélico, no todos asumen una actitud tan escrupulosa”, señaló.

 

Durante la reunión, Putin exigió “elevar a un nivel conceptualmente nuevo” la cooperación militar técnica de Rusia con sus socios del Grupo BRICS – Brasil, India, China y Sudáfrica – así como con Vietnam, “habida cuenta del creciente potencial tecnológico, industrial y científico” de estas naciones.

 

Precisó que se refiere a una profunda cooperación industrial, proyectos conjuntos de investigación y desarrollo, promoción de eficientes servicios de posventa y salida común a los mercados de terceros países.

 

Suministros a Siria


Por su parte el viceprimer ministro de Rusia, Dmitri Rogozin, responsable del sector de defensa hizo declaraciones durante una reunión entre diputados rusos y representantes de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN en Moscú.

“En cuanto a Siria, no suministramos a este país nada que sea contrario a los acuerdos internacionales, sino que continuamos con los contratos que se firmaron hace mucho tiempo”,

Precisó que las armas rusas suministradas a Siria son defensivas y que en primer lugar se trata de material relacionado con la defensa antiaérea.

Los suministros militares rusos a Siria se convirtieron en el foco de atención internacional después del incidente con un avión sirio procedente de Moscú que la semana pasada fue obligado a aterrizar por la Fuerza Aérea de Turquía ante la sospecha de llevar armas.

Así, la portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Victoria Nuland, se refirió a este incidente en su rueda de prensa de ayer, subrayando que el material bélico de fabricación rusa que transportaba el avión interceptado se envió a Siria en virtud de contratos firmados con anterioridad al conflicto sirio y no supone un suministro ilegal.

“Por un lado, estamos de acuerdo con los aliados turcos en que el avión llevaba a bordo un cargamento militar peligroso. Pero el Gobierno ruso ya ha dicho que no se suministró en el marco de ningún contrato nuevo, sino viajaba a Siria en cumplimiento de unos contratos ya firmados”, declaró la diplomática.

Recalcó que EE UU continúa oponiéndose a los suministros de armas a Siria y comparte el temor de Rusia de que los enfrentamientos en el país árabe, que ya se han cobrado unas 30.000 vidas, puedan derivar en una guerra civil a gran escala y afecten a los países vecinos.

“Si quieren entender quiénes son los que apoyan el régimen de Asad, presten atención a Teherán, que es precisamente quien lo respalda, no sólo con su retórica, sino también con financiación, el envío de soldados y el asesoramiento”, acotó Nuland.

El pasado 10 de octubre, varios cazas F-16 de la Fuerza Aérea turca obligaron a aterrizar un avión sirio que cubría la ruta entre Moscú y Damasco. La aeronave, un Airbus A-320 con 35 pasajeros a bordo, pudo continuar el vuelo a la capital siria tras ocho horas de registro a bordo.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró que la carga militar incautada en el avión se transportaba en violación de los convenios internacionales de aviación civil. Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó que se trataba de elementos de radares, una mercancía absolutamente legal.

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