El Kremlin celebra la victoria en unos comicios marcados por irregularidades

Las autoridades rusas se congratularon hoy de la arrolladora victoria del oficialismo en las elecciones regionales y municipales celebradas la víspera, a pesar de numerosas denuncias de irregularidades.

Mientras, el máximo mandatario ruso agradeció hoy el apoyo de los electores y dijo que la victoria de su partido era de esperar.

"Para mí los resultados de las elecciones no han sido una sorpresa. Creo que es un paso que confirma la intención de los electores de apoyar (...) la consolidación de las bases del Estado", dijo Putin al reunirse con el jefe de la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia, Vladímir Chúrov.

Mientras la oposición no ceja en denunciar fraudes y destacar la baja actividad electoral, el presidente de la CEC informó a Putin de que la participación estuvo "al nivel de elecciones anteriores".

"La participación en las elecciones regionales fue de hasta el 50 por ciento y más. En los comicios locales la asistencia fue un tanto más baja pero también estuvo al nivel de votaciones anteriores", afirmó Chúrov.

Según él, las elecciones transcurrieron con tranquilidad, aunque admitió que la CEC recibió medio centenar de denuncias, de las que "algunas tienen carácter meramente formal", y que medio centenar de observadores fueron expulsados de los colegios electorales.

Una vez anunciados los primeros resultados de estos comicios, los medios oficialistas se saturaron de alabanzas al Kremlin, mientras que desde el otro lado de la barrera se oyen acusaciones de fraude similar al que motivó una ola de protestas sin precedentes tras las legislativas de diciembre pasado.

"Por desgracia, ha empeorado la situación relativa tanto a las normas legislativas como a la actitud de la Comisión Electoral hacia los observadores", dijo Lilia Shibánova, directora de la ONG Golos, que defiende el derecho al voto y la limpieza del proceso electoral.

Golos dijo haber recibido alrededor de 900 denuncias durante el proceso electoral.

La CEC no tardó en reaccionar e insinuó que las estadísticas de Golos podrían contener "errores voluntarios" incluidos en sus informes a cambio de "subvenciones desde el extranjero".

Inmediatamente después del cierre de los colegios electorales, el Partido Comunista de Rusia (PCR), una de las principales fuerzas opositoras, declaró que había documentado "cerca de 400 irregularidades graves".

"No dejaremos impune ninguna violación a la legislación. Lucharemos por cada sufragio de los electores", advirtió en rueda de prensa el secretario del Comité Central del PCR, Serguéi Óbujov.

Mientras, el líder comunista, Guennadi Ziugánov, declaró que su partido no reconoce los resultados de los comicios en las regiones de Kubán, Sarátov y Penza.

En las cinco regiones del país donde por primera vez desde 2003 se celebraron elecciones directas de gobernadores, los candidatos del partido oficialista que lidera el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, se impusieron con holgura a sus rivales.

Las elecciones directas de los gobernadores fueron abolidas en 2004 durante el primer mandato presidencial de Vladímir Putin, con el argumento de que era necesario centralizar el poder ejecutivo para hacer frente al terrorismo.

Rusia Unida también lideraba cómodamente el escrutinio en las seis de las 83 entidades federadas en las que se celebraron elecciones a las asambleas legislativas regionales.

Los comicios del domingo han sido los primeros desde la reforma política impulsada por Medvédev antes de dejar en mayo pasado la presidencia de Rusia, que liberalizó los requisitos para el registro de los partidos y la inscripción de las candidaturas electorales.

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