Samutsévich insistió en que la actuación por
la que ella y sus dos compañeras, Nadezhda Tolokónnikova y María
Aliójina, fueron condenadas a dos años de cárcel fue una acción política
y no estaba dirigida contra los creyentes ortodoxos.
"No
somos un proyecto comercial. Estamos siempre abiertas a todo aquel que
quiera unirse a nosotras", dijo en la entrevista que se emitirá el
sábado, aunque varios extractos fueron divulgados hoy por las agencias
locales.
En cualquier caso, aseguró que el grupo, fundado en
2011, no tiene previsto protagonizar en el futuro acciones de protesta
en iglesias o recintos religiosos.
"Si hemos hecho daño a
alguien, pedimos perdón", dijo, en alusión a los creyentes ortodoxos,
cuyos sentimientos fueron insultados por el grupo, según la Iglesia
Ortodoxa Rusa (IOR).
La cantante aseguró que su puesta en
libertad no significa que haya modificado su oposición hacia el
presidente ruso, Vladímir Putin, o que exista una división entre ella y
sus dos compañeras que aún continúan en prisión.
"Todos
tenemos las mismas convicciones y no pensamos renunciar a ellas. En el
grupo no hay conflictos ni enfados, ni nunca los ha habido", dijo.
Acusó a las autoridades de intentar dividir a las tres famosas
miembros de Pussy Riot, que fueron condenadas en agosto pasado a dos
años de cárcel tras protagonizar una plegaria punk contra Putin en la
Catedral de Cristo Salvador de Moscú.
Samutsévich denunció que
las autoridades rusas practican "un extraño juego" con el objetivo de
dividir al grupo, cuya liberación ha sido demandada por las cancillerías
occidentales y numerosas estrellas de la música en todo el mundo.
"No teníamos un único objetivo, pero hemos logrado lo que buscábamos.
Deseo mucho que Masha y Nadia sean puestas en libertad", afirmó.
Mientras, las encarceladas miembros de Pussy Riot, Tolokónnikova y
Aliójina, manifestaron hoy por medio de su abogado, Mark Feiguin: "No
hay ningún compromiso, lucharemos contra el sistema hasta el final".
La Iglesia Ortodoxa Rusa lamentó hoy que esas dos mujeres se nieguen a
reconocer su culpa y tachen de "chantaje" los llamamientos de la IOR
para que muestren arrepentimiento a cambio de una revisión de su
condena.
Los jueces que estudiaron ayer el recurso presentado
por la defensa de Pussy Riot aseguraron hoy que no recibieron ninguna
presión de las autoridades y que Samutsévich fue liberada, ya que,
aunque entró en la catedral, no le dio tiempo a gritar, como sí hicieron
sus compañeras.
En cambio, algunos activistas y opositores
creen que Samutsévich, la única de las tres mujeres que no tiene hijos,
fue liberada tras cambiar de abogado y mostrar una actitud menos rebelde
hacia el tribunal.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía la
canción cuyo vídeo fue ampliamente difundido en internet y en el que se
criticaba a la Iglesia por pedir el voto para Putin en vísperas de las
elecciones presidenciales de marzo.
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