"En caso excepcionales, por motivos de
extrema necesidad eclesiástica o cuando es necesario hacer frente a
fuerzas apóstatas o de otras confesiones que quieren utilizar el poder
electoral para la lucha contra la IOR", informó hoy el Sínodo de la IOR
en un comunicado recogido por las agencias rusas.
La nota
apunta que será la Iglesia quien elija y bendiga a las personas que se
postulen a cargos públicos, aunque advierte que esos candidatos no
tendrán "derecho a ser miembros de partidos políticos".
"Si
cualquier fuerza política dice que uno de sus objetivos es combatir a la
IOR y utiliza el poder electoral para ello, en ese caso", una persona
puede aspirar a ser elegido para un cargo de responsabilidad en la
administración pública, reza.
En el resto de casos, añade, la
Iglesia rusa mantiene su oposición a que los sacerdotes ostenten cargos
políticos, sea en órganos de poder o partidos al uso.
En ese
caso, el interesado, sea un jerarca de la Iglesia, un simple clérigo o
un modesto monje, "debe presentar una solicitud a nombre del Patriarca,
el Santo Sínodo (...) en el que se justifique con argumentos la
necesidad de ser candidato a un órgano legislativo o ejecutivo", indica.
El candidato, que debe presentar esa solicitud antes del inicio de la
campaña electoral, debe especificar los planes que esas fuerzas
cismáticas tienen previsto poner en práctica contra la Iglesia Ortodoxa.
En caso de que el Patriarca o el Sínodo concluyan que el candidato no
es la persona adecuada para ejercer dicho cargo político, pueden
retirarle en cualquier momento la bendición.
"En ese caso, el clérigo elegido para un cargo legislativo o ejecutivo estará obligado a renunciar a dicha función", dijo.
El Patriarca ortodoxo, Kiril, ha denunciado que la IOR es víctima en
los últimos tiempos de la mayor campaña anticlerical desde la caída de
la Unión Soviética.
La Iglesia rusa comenzó a denunciar los
ataques justo después de recibir numerosas críticas por el abierto apoyo
que dio al entonces primer ministro ruso, Vladímir Putin, en vísperas
de las elecciones presidenciales de marzo pasado.
Precisamente, el grupo punk ruso Pussy Riot, tres de cuyas componentes
han sido condenadas a dos años de cárcel por "gamberrismo motivado por
odio religioso", asegura que decidió cantar en la catedral de Cristo
Salvador por ese preciso motivo.
"Yo pensaba que la Iglesia
amaba a todos sus hijos, pero parece que la Iglesia ama sólo a aquellos
que quieren a Putin", manifestó una de las encarceladas integrantes del
grupo, María Aliójina.
Y es que la IOR ha crecido en
influencia desde la llegada al poder de Putin, que le ha devuelto las
propiedades expropiadas durante la Unión Soviética, alentado su
proselitismo por el mundo y hecho oídos sordos a las denuncias sobre su
dudosa financiación.
La Iglesia se ha convertido en uno de los
pilares del sistema estatal ruso, en el que los popes juegan un papel
cada vez más importante, lo que le ha valido la animadversión de
liberales y comunistas, defensores en su mayoría de una sociedad
secular.
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