De acuerdo con el sondeo, la coalición
opositora Sueño Georgiano, que está encabezada por el multimillonario
Bidzin Ivanishvili, obtendría el 65 por ciento de los votos.
Esa cifra debería ser suficiente para que la oposición se hiciera con el
control del Legislativo, aunque todo dependerá de los resultados en las
circunscripciones electorales.
Según la legislación
electoral, 77 escaños del Parlamento georgiano se reparten por listas de
partidos y 73 por circunscripciones de un solo mandato, lo que
teóricamente beneficia a las autoridades.
El sondeo otorga al
oficialista Movimiento Nacional Unido sólo un 25 por ciento, lo que
confirmaría que el partido del presidente, Mijaíl Saakashvili, ha sido
víctima del escándalo provocado por la reciente divulgación de un vídeo
con imágenes de torturas a reclusos.
Ivanishvili aseguró hoy a
la prensa que "el peor resultado" para la oposición sería un 60 por
ciento de los votos y advirtió de que sólo reconocerá como legítimos
"unos comicios que sean aprobados por los observadores internacionales".
"Las organizaciones internacionales no reconocen las violaciones
graves, que nadie se haga ilusiones", dijo en alusión a un posible
fraude oficialista en los comicios del 1 de octubre.
A su vez,
aseguró que la oposición "puede garantizar a la comunidad internacional
que no habrá ningún disturbio tras las elecciones".
"Más aún,
si los disturbios son provocados por las autoridades, no los
permitiremos", dijo Ivanishvili, quien ha advertido sobre posibles
provocaciones por parte de los partidarios del presidente.
El
líder opositor negó que se proponga dar la espalda a la política de
integración en la OTAN, que ha convertido a Saakashvili en el principal
aliado de EEUU en la región del Cáucaso y en el enemigo número uno de
Rusia.
"El rumbo estratégico será la integración euroatlántica
y el ingreso en la OTAN. La humanidad aún no ha inventado nada mejor
que esas organizaciones", dijo.
Además, aseguró que tiene
"intención de mejorar las relaciones con Rusia, pero no a costa de la
integridad territorial de Georgia", en alusión al reconocimiento ruso de
la independencia de las regiones separatistas georgianas de Abjasia y
Osetia del Sur.
Saakashvili, en el poder desde la Revolución
de las Rosas de 2003, "ya no es reconocido por Occidente como el garante
de la estabilidad. Al contrario, si permanece en el poder, habrá
inestabilidad en toda la región", aseveró.
El presidente
georgiano ha acusado a la oposición de utilizar el vídeo con las
torturas con intenciones electorales y de defender los intereses de
Rusia, a la que acusó de gastarse grandes cantidades de dinero para
influir en los resultados electorales.
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