Putin, quien hizo estas declaraciones durante
su visita a la ciudad de Riazán, aseguró que "lo principal es que
nuestros socios no pueden detenerse".
"Ya han creado una
situación de caos en muchos territorios y ahora esa política la
continúan en otros países, incluida Siria", dijo.
El líder
ruso insistió en la postura del Kremlin en relación con los bruscos
cambios ocurridos en los últimos dos años en el mundo árabe.
"Nuestra posición consiste en contribuir a los cambios para mejor en
todos los países, pero no obligar a nadie, sobre todo con el uso de la
fuerza", señaló.
Putin subrayó que Rusia aboga por promover
los cambios desde dentro, en contraposición a la injerencia exterior en
los asuntos internos de esos países.
El jefe del Kremlin se ha
mostrado siempre en contra del posible derrocamiento del líder sirio,
Bachar al Asad, aduciendo que la llegada al poder en Damasco de la
oposición armada conduciría a una interminable guerra civil como en
Afganistán.
"Consideramos que el futuro del país no debe
decidirse por la derrota o la victoria militar de una de las partes,
sino durante un proceso negociador", dijo.
El representante
ruso ante la ONU, Vitali Chúrkin, aseguró la víspera que la prioridad
ahora no es la aprobación de una nueva resolución sobre Siria en el
Consejo de Seguridad, sino promover el diálogo entre Damasco y la
oposición armada
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: