Los MiG-31 garantizarán la defensa del
territorio nacional entre el mar de Bárents (noroeste de Rusia) y el de
Láptev (Siberia oriental) de un posible ataque procedente del norte,
añadió la fuente.
El Ministerio de Defensa opina que el norte
de Rusia no está debidamente defendido, por lo que considera urgente la
tarea de emplazar los cazas en Nueva Zembla, que también alberga el
principal polígono de pruebas nucleares de Rusia.
El aeródromo
de Rogachiovo, que hasta 1993 acogía cazas Su-27, se encuentra en buen
estado e incluye viviendas para los militares, destacó la fuente.
El director del Centro de Análisis Militares, Anatoli Tsiganok,
considera que los MiG-31 deberían recibir el apoyo de varios buques de
guerra.
"El norte de Rusia no está protegido de un ataque por
aire del enemigo. Misiles de crucero lanzados desde el océano Glacial
Ártico pueden golpear objetivos en los Urales, Siberia Occidental y
llegarán hasta Moscú. Por eso aquí hay que desplegar no sólo un
escuadrón, sino también una flotilla", dijo.
Tsiganov advierte
que "por ese agujero pueden pasar y los bombarderos estratégicos del
enemigo, como el B-2 y el B-1B de fabricación estadounidense".
Las Fuerzas Aéreas de Rusia disponen de un centenar de cazas MiG-31
operativos que tienen una autonomía de vuelo de 1.450 kilómetros.
El MiG-31, modificación del MiG-25, es un interceptor biplaza
diseñado por la firma Mikoyán que comenzó a fabricarse en la segunda
mitad de la década de los años 70 del siglo pasado en la Unión
Soviética.
El pasado año el Ministerio de Defensa ruso anunció
la creación de una brigada de infantería motorizada para el Ártico, por
cuyos ingentes recursos pesqueros y energéticos pugnan también
potencias como Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido.
Las
tropas árticas rusas, que serán desplegadas en la península de Kola,
contarán con armamento ordinario y vestimentas y equipos especiales para
soportar las duras condiciones climatológicas de la zona.
Según el documento sobre el Ártico aprobado por el Consejo de Seguridad
de Rusia, Moscú tiene previsto desplegar en un futuro fuerzas militares
en el Ártico capaces de garantizar la seguridad en la región y también
de defender los intereses nacionales.
Algunos países, como
Canadá, han advertido sobre el peligro de la militarización del Ártico
antes de que se solucionen las actuales disputas sobre la soberanía y el
acceso a sus recursos energéticos y pesqueros.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: