El informe subraya que los comicios a la
Cámara de Representantes del Parlamento bielorruso celebrados ayer
"desde un principio no fueron competitivos", ya que "se restringió la
capacidad de elección del votante y esto ha sido un elemento clave de
las elecciones".
La OSCE acusa a Bielorrusia de incumplir sus
compromisos en materia de defensa de los derechos democráticos de los
ciudadanos a asociarse, a presentarse como candidatos y a expresar con
libertad.
"Unas elecciones libres dependen de que la gente sea
libre de expresarse, organizarse y presentar sus candidaturas, lo que
no hemos visto durante esta campaña", apunta.
Además,
arremetió contra la Comisión Electoral Central (CEC) por su "falta de
neutralidad e imparcialidad (...), lo que mina la confianza" de los
bielorrusos en el proceso electoral.
Además, el informe pone
en duda el escrutinio realizado por la CEC, debido a la imposibilidad de
los observadores de supervisar el recuento de los votos emitidos en los
colegios electorales.
"Los ciudadanos deben tener la
confianza en que sus votos son contados tal como son depositados, pero
la falta de métodos de escrutinio apropiados y de medios para que los
observadores verifiquen los resultados son causa de gran preocupación",
aseguró Antonio Milososki, jefe de la misión de observadores de la
Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos
(ODIHR) de la OSCE.
Por todo esto, añade el informe: "La
continua falta de procedimientos de escrutinio debidamente explicados
significa que no se puede garantizar un recuento justo".
Milososki añadió: "Yo mismo fui testigo. Me pidieron que me apartara
unos 7-8 metros de la mesa en la que se efectuaba el recuento de votos".
"Después el presidente de la comisión electoral simplemente anunció
los resultados sin que los observadores tuvieran la posibilidad de ser
testigos del proceso de recuento de los votos", dijo en rueda de prensa
en Minsk.
A su vez, el jefe de la misión de observadores alabó
el hecho de que los partidos políticos pudieran presentar candidatos en
todas las regiones del país, aunque no dispusieran en ellas de
delegaciones.
Milososki expresó su esperanza de que las
autoridades de la antigua república soviética utilicen las
recomendaciones de la OSCE para perfeccionar su legislación.
"No hemos venido aquí con el fin de exportar la democracia", dijo, en
relación a las críticas de la presidenta de la CEC, Lidia Yermóshina,
quien criticó la labor de la OSCE.
Yermóshina dio por válidos
los comicios y anunció que han sido elegidos 109 de los 110 diputados de
la cámara baja del legislativo bielorruso, con la excepción de un
distrito (Gomel) donde las elecciones serán celebradas de nuevo.
Menos de 300 candidatos concurrieron a las elecciones, de éstos sólo
26 eran de la oposición después de que al menos dos tercios de sus
candidatos se retiraran en el último momento en el marco de una campaña
de boicot electoral.
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