La oposición bielorrusa no logró ni un solo
escaño en las elecciones a la Cámara de Representantes del Parlamento,
según los primeros resultados preliminares anunciados hoy por el Comité
Electoral Central (CEC) de Bielorrusia.
El Comité dio por
válidos los comicios y anunció que han sido elegidos 109 de los 110
diputados de la cámara baja del legislativo bielorruso, con la excepción
de un distrito (Gomel) donde las elecciones serán celebradas de nuevo.
Menos de 300 candidatos concurrieron a las elecciones celebradas
ayera, de éstos sólo 26 eran de la oposición después de que al menos dos
tercios de sus candidatos se retiraran del proceso electoral ante la
imposibilidad de competir con los oficialistas del presidente Alexandr
Lukashenko.
Jornada electoral
Los 6.305 colegios electorales cerraron sus puertas a las 20.00, hora local (17:00 GMT).
Un total de 293 candidatos han concurrido a estos comicios para
obtener los 110 escaños en la cámara de diputados del Parlamento.
Tan solo concurren 26 candidatos opositores de los grupos "El mundo
justo" (izquierdista), "Gramada" (socialdemócrata) y el movimiento civil
"Di la verdad".
La CEC informó de que un 66 por ciento de los
electores inscritos en las listas participó en la votación, razón por
la cual no habrá segunda vuelta en estos comicios, cuyos resultados
preliminares serán anunciados esta noche.
La presidenta de la CEC, Lidia Yermoshina, dijo en una rueda de prensa que la participación "ha superado las expectativas".
Por su parte, al depositar el voto, Lukashenko (en el poder desde
1994) manifestó que "las elecciones se celebran para el pueblo de
Bielorrusia y no para Occidente. Lo que marque el pueblo en las cabinas
de votación es lo que va a ser en el futuro".
Cinco partidos
de la oposición han declarado ya que no reconocerán los resultados de
estos comicios transcurridos, según ellos, en las condiciones impuestas
por Lukashenko, considerado el último dictador de Europa.
Todo
eso "nos da el derecho de no reconocer como equitativas, transparentes y
democráticas las elecciones (...) independientemente de los resultados
que anunciarán las comisiones, en las que no han sido incluidos
representantes de la oposición", se indica en una declaración conjunta
de los opositores.
La oposición considera que carece de
sentido participar en los comicios de hoy después de lo ocurrido en las
presidenciales de 2010, tras las cuales centenares de opositores fueron
detenidos y varios candidatos presidenciales encarcelados.
"Las elecciones no son ni limpias ni justas. Será una especie de voto de
censura a Lukashenko. En los anteriores comicios legislativos de 2008
la oposición no obtuvo ningún acta de diputado", aseguró Anatoli
Lebedkó, veterano dirigente opositor.
Lebedkó recordó que
menos del 1 por ciento de los miembros de las comisiones electorales son
opositores, y que los medios de comunicación han censurado las
intervenciones de los líderes de la oposición durante la campaña.
Con anterioridad, Lebedkó denunció que a los universitarios les
prometían días libres en caso de que votaran por adelantado, de lo
contrario les amenazaban con dejarles sin plaza en los albergues, y algo
similar ocurría con los trabajadores de las fábricas estatales,
pensionistas e inválidos.
"De cierta forma es verdad que la
oposición ha tenido menos posibilidades en la campaña electoral. Pero
eso solo porque no se dedicó a la promoción política de sus partidos
sino a llamar a boicotear las elecciones", explicó a Efe Nikolái
Lozovik, secretario de la CEC.
Agregó que no es la obligación
del Estado apagar "los llamamientos al boicot" y que más bien eso les
corresponde a los propios partidos que aparentemente no tienen recursos
financieros suficientes para ello.
Explicó la poca presencia
de los opositores en las comisiones electorales con la falta de los
recursos humanos entre las filas de los disconformes.
"Representan solo a sus partidos, mientras los oficialistas representan a
los sindicatos y al pueblo... Mucho tiempo antes de que arrancasen
estas elecciones algunos partidos declararon que su meta principal es
mostrar que estas elecciones no son justas", dijo.
Agregó que los opositores no buscan luchar por el poder sino desacreditar la campaña electoral.
Las formaciones opositoras han denunciado numerosas violaciones
durante la campaña electoral, algo que representantes de la CEC niegan
rotundamente alegando que la legislación electoral de hoy es "mucho más
liberal" que antes.
Alrededor de 16.000 observadores
nacionales y 350 de la Comunidad de Estados Independientes formada por
las antiguas repúblicas soviéticas, vigilaron el proceso electoral.
Además, participaron 260 observadores de la Oficina para las
Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la Organización
para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y 74 miembros de la
Asamblea Parlamentaria de la OSCE
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