Gran Circo de Moscú. Fuente: Flickr / davidg.
Padres expatriados y sus hijos acaban saturados de la naturaleza de cuento de hadas del lugar, y disfrutan de los placeres del patinaje sobre hielo al aire libre en la Plaza Roja o viendo las primeras sesiones de tarde del Bolshói. Ver a los trapecistas bajar en picado como pájaros a través de la mayor carpa del mundo es una gran experiencia. Al pasear a través de la orilla del parque Gorki o curiosear en la original nave Vostok que llevó a Yuri Gagarin al espacio, los visitantes podrían incluso empezar a pensar que Moscú es perfecto para los niños.
Hay aquí mucha diversión aquí para ellos y nuevos lugares abiertos todo el tiempo. Arden Dressner Levy, neoyorquino de 13 años, que vivió en Moscú cuatro años, menciona el circo entre los aspectos más destacados de Moscú, junto con el ballet, el patinaje sobre hielo, en el parque Gorki, el ski de fondo, los bliní y chocolate caliente.
Payasos y cocodrilos
Pero es el circo ruso el que alimenta los sueños diurnos más suntuosos. El circo más antiguo de Moscú está en Tsvetnói Bulevard, a solo 20 minutos a pie del Kremlin. Albert Salomonski un jinete a pelo que se convirtió en hombre de negocios, lo construyó en 1880 y enmarcó su primer rublo de lucro y lo puso en la pared de la taquilla para que diera buena suerte.
Su lema era “si los payasos son buenos, la venta de entradas será buena". El circo estuvo funcionando durante la devastación de la Segunda Guerra Mundial. El payaso Yuri Nikulin, el Buster Keaton de Rusia, se unió al circo inmediatamente después de la guerra y trabajó allí durante cincuenta años. Desde la muerte de Yuri en 1997, su hijo Maxim ha dirigido el espectáculo, ahora conocido como el Circo Nikulin.
Yuri Nikulin. La leyenda de la comedia rusa. Fuente: Flickr / Socialism Expo.
Una estatua de Yuri Nikulin entrando en su coche está expuesta en la acera fuera del teatro y hay varios payasos de bronce en monociclo alrededor de una fuente a través de la avenida arbolada. El espectáculo promete osos, monos, perros de aguas danzantes y gimnastas aéreos, los Pájaros Blancos. El año pasado, el espectáculo incluyó serpientes y cocodrilos, bailarines y acróbatas a caballo, junto con los payasos perennes.
El nuevo Gran Circo de Moscú, cerca de la Universidad Estatal de Moscú, también sigue atrayendo a grandes audiencias con su mezcla de espectáculos con animales y de habilidades humanas. El edificio de 1971, es el mayor circo permanente en el mundo, es lo suficientemente alto como para dar cabida a trapecios voladores y lo suficientemente amplio para albergar elefantes desfilando.
Dressner Levy dijo que su actuación favorita es "cuando se llena la piscina en el Gran Circo de Moscú y hacen ballet acuático”. Por debajo de los 40 metros de alto de la carpa hay niveles subterráneos, contienen seis escenarios intercambiables aptos para espectáculos de equitación, ilusiones ópticas, patinaje sobre hielo, espectáculos de luz electrónica, e incluso, espectáculos acuáticos con animales marinos y ballet acuático.
Yuri Nikulin fue con diferencia el mejor payaso de circo de Moscú, pero él era mucho más. Para los rusos, fue Buster Keaton, Mickey Rooney y Jim Carrey, todo en uno, y su carrera abarcó toda la segunda mitad del siglo XX. Comenzó a actuar en 1944, mientras estaba todavía en servicio activo en la Segunda Guerra Mundial. Nikulin posteriormente actuó en docenas de películas mientras estaba a cargo del circo más ilustre de la ciudad. Su asociación con el director Leonid Gaidái es una de las más importantes en la historia del cine ruso.
Espectáculos excéntricos de animales y marionetas famosas
Moscú cuenta con varios extravagantes teatros de animales de renombre internacional, incluido uno en el que todos los artistas son gatos, o el Teatro de Animales Durov, con su ferrocarril de ratones, fundado hace un siglo, en 1912, por el payaso y entrenador de animales Vladímir Durov. Los niños de todas las edades están fascinados por el desfile de los ratones en el tren en miniatura.
La ciudad está llena de entretenimientos diseñados para iluminar los largos inviernos moscovitas. Los títeres del teatro Obratsov son famosos por sus elaborados trajes y el ballet anual del Bolshói, Cascanueces, se vende cada Navidad. Caperucita Roja es el cuento de hadas animado favorito del Teatro Mayakovski, se desarrolla en ruso, pero a partir del momento en que Caperucita Roja entra con sus patines de ruedas y el teléfono móvil, se sabe que este cuento de hadas fracturado va a ser divertido.
Las historias más conocidas mantienen el espectáculo accesible, mientras se introducen figurtas menos conocidas, como la bruja Baba Yaga con su errante choza sobre patas de gallina. Los niños algo más mayores pueden asistir a la versión alegre de Jesucristo Superstar en el Teatro Mossoviet
Botas de fieltro y extremidades incorpóreas
Los niños con pasiones particulares, como los dinosaurios o el espacio, encontrarán museos relevantes de primera categoría. El Museo Central de las Fuerzas Armadas, permite a los niños subir a tanques y lanzacohetes en el jardín.
Algunos de los elementos más impresionantes de las mayores atracciones de Moscú, como la galería egipcia en el Museo Pushkin de Bellas Artes o las carrozas de la Armería del Kremlin puede atraer a los niños también, pero a veces lo que se necesita es un pequeño museo como el Museo de Valenki (botas rusas de fieltro), cerca de la estación de tren Pavelétskaya. No es más que una habitación se puede ver la enorme masa lanuda que se reduce y se convierte en calzado duradero antes de convertirse en gorros para la sauna en la tienda de la fábrica de al lado.
La casa-museo Víctor Vasnetsov es una extraordinaria casa de campo oculta entre bloques de pisos, con estufas de azulejos, muebles de madera tallada y un estudio-ático lleno de lienzos gigantes de cuentos de hadas en los que Vasnetsov reimagina los mitos y el folclore de la Rusia medieval.
A algunos niños les emociona más el iconoclasta museo Mayakovski, donde los collages de objetos rotos, fundidos o rehechos forman una exposición revolucionaria.
Fábricas convertidas, como las galerías de Vinzavod con sus grafitis de colores brillantes y arte conceptual, o el museo de escultura de Burgánov que se exhibe en los pasos peatonales y en un patio lleno de esculturas de extremidades gigantes sin cuerpo, también son buenas opciones.
Una nuevo y mejorado parque Gorki, con astronautas y Los Simpsons
Hace poco más de un año, el oligarca Román Abramóvich se hizo con las ruinas de las atracciones del parque Gorki de Moscú y las transformó en una extensión utópica de cómodos asientos y bares de zumos, hamacas, y clases de arte y de yoga al aire libre. Todo el parque cuenta con entrada libre y wi-fi.
El Centro Panruso de Exposiciones, conocido como VDNJ, era en 1930 un espectáculo agrícola, lleno de fuentes doradas y pabellones adornados. El país de las maravillas arquitectónicas sobreviviente tiene su propio circo, ferias y pista de hielo estacional. Es también el hogar de los museos de la Cosmonáutica y de la Edad de Hielo, un monorraíl, una casa de mariposas, y quioscos llenos de lámparas de lava y bolas de energía.
Otro viaje fantástico con los niños por la tarde es el mercado de recuerdos Izmailovo: un palacio de fantasía en un laberinto loco de puestos, kebabs en un café de madera, DVDs piratas de las últimas películas de Hollywood y muñecas matrioshka con los personajes de la serie de televisión Los Simpson y los personajes de Pokémon.
Una parada más allá en el metro y se puede bajar directamente en hectáreas de bosques, que es Izmailovski Park, antiguos cotos de caza reales, ahora un gran bosque lleno de estanques y patios de recreo. Hay aventuras para todas las edades, por dondequiera que deambulen en Moscú.
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