"Antes la comunidad internacional hacía la
vista gorda ante los errores de la joven democracia georgiana,
considerándolos un mal inevitable", dijo hoy a Efe Teia Tsulukiani,
dirigente de la coalición opositora "Sueño Georgiano".
Tsulukiani opinó que la imagen proyectada al exterior por el Gobierno de
que el oficialista Movimiento Nacional Unido (MNU) es una fuerza
progresista, reformadora, y de que los opositores son retrógrados y
reaccionarios "se ha venido abajo en un abrir y cerrar de ojos".
"No creo que la comunidad internacional continúe diciendo que
Saakashvili ha construido una democracia en Georgia", subrayó la
opositora.
El vídeo que desató el escándalo, que muestra
palizas e, incluso, la violación de un preso con un palo de escoba, fue
emitido este martes por dos canales de televisión privados.
Nada más concluida su emisión miles de personas se echaron a las calle
de Tiflis y otras ciudades del país para expresar su ira y exigir
responsabilidades al Gobierno.
Las imágenes de las torturas
fueron grabadas en secreto en la prisión de Gldani, en los suburbios de
Tiflis, en el curso de dos años por un funcionario de penal, Vladímir
Bedukidze, quien reside actualmente en Bélgica.
La reacción de
Saakashvili fue instantánea: compareció en directo por televisión a la
cuatro de la madrugada para prometer a los ciudadanos que todos los
autores directos de las torturas y quienes las permitieron serían
castigados con todo el rigor de la ley.
Diez funcionaros de la
prisión fueron detenidos y en menos de 48 horas dimitieron dos
ministros, la responsable del sistema penitenciario, Jatún Kalmajelidze,
y el titular de Interior, Bachán Ajalaya.
"Desde luego, lo
ocurrido en un fallo enorme del sistema", admitió el presidente
georgiano, que criticó el aprovechamiento que hace la oposición de los
sucesos en la prisión de Gldani.
Saakashvili denunció que el
funcionario que durante largo tiempo grabó las torturas para vender las
imágenes es presentado ahora como un héroe por la oposición.
"Quiero decirle a aquellos que financiaron esa compra que no todo vale
para unas elecciones, que no todo se mide en dividendos políticos. Si se
sabe lo que ocurre y se paga por ello, ¿cómo se puede dormir
tranquilo?", dijo.
Según el exministro de Asuntos Exteriores
Irakli Menagarishvili, la situación en Georgia puede adquirir un
"desarrollo imprevisible si las fuerza políticas del país no actúan con
responsabilidad".
"Lo más importante es que las elecciones
parlamentarias del próximo 1 de octubre se celebren en un clima de
normalidad y transparencia", dijo hoy a Efe el excanciller.
Hasta ahora el MNU de Saakashvili se perfilaba como el claro favorito a la victoria en esos comicios.
Los 150 diputados que conforman el Parlamento georgiano se eligen
según un sistema mixto: 77 por listas de partidos y los 73 restantes en
circunscripciones mayoritarias.
Para acceder al reparto
proporcional de escaños por listas de partidos, las formaciones que
participan en los comicios deben obtener al menos un 5 % de los votos
emitidos.
Según todas las encuestas, de las 17 formaciones que
participan en las elecciones sólo el MNU y "Sueño Georgiano" superarán,
y con creces, el mínimo de votos para elegir diputado por listas de
partidos.
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