La ira de Putin fue provocada por el
proyecto de presupuestos federales del Estado preparado por el Gobierno,
que -aseguró- no permite cumplir varias metas económicas, contempladas
en su programa electoral.
Además, acusó al Gobierno de
incurrir en "fallos sistémicos en una serie de campos" y, para rematar,
le pidió a Medvédev que amonestara formalmente con anotación en la hoja
de vida, a dos de sus ministros.
El rapapolvo al Gabinete se
produce después de la aprobación de una serie de iniciativas
legislativas promovidas por Putin que han hecho tabla rasa de los
intentos de Medvédev, tímidos según la oposición, de modernizar el
sistema político ruso.
Así, si en 2010 Medvédev vetó el
endurecimiento de la reglamentación de manifestaciones, en junio de este
año su sucesor en el Kremlin promulgó una enmiendas a la ley que
reglamenta los mítines con sanciones draconianas contra quienes las
infrinjan.
En 2009, en el segundo año de su mandato
presidencial, Medvédev liberalizó la legislación que regula las
actividades de las ONG y redujo las posibilidades Estado de interferir
en la labores de éstas organizaciones.
Dos meses después del
retorno de Putin al poder, la Duma del Estado, dominada por el
oficialismo, aprobó una ley que obliga a las ONG que reciben
financiación del exterior y realizan actividades políticas a registrarse
ante las autoridades como "agentes extranjeros".
Suma y
sigue: en diciembre de 2011 del código penal ruso fue eliminado el
artículo que sancionaba y tipificaba la calumnia como delitos, pero
julio de este año, ya con Putin, éste no sólo fue restablecido, sino que
fue completado con penas más severas.
Partidario de incluir
ampliamente a los jóvenes en gestión del Estado, Medvédev promovió una
ley que en 2010 fijó en 60 años la edad máxima de los funcionarios
públicos.
Este mismo mes, Putin ha propuesto a la Duma una
enmienda que permita al jefe del Estado ampliar facultativamente hasta
los 70 años la edad tope para altos cargos.
"Ya es hora de que
todos se relajen. Esto es para mucho tiempo", dijo Medvédev, optimista,
sobre el futuro del tándem con Putin en abril pasado, poco antes de
devolverle a éste último el mando del Kremlin, que ya había ejercido
entre 2000 y 2008.
El término "tándem" comenzó a utilizarse
ampliamente en Rusia poco después de que Putin diera su apoyo a Medvédev
para sucederle en 2008 en la Presidencia de Rusia y de que el delfín
anunciara, a su vez, que el mentor ocuparía, tal y como ocurrió, la
jefatura del Gobierno.
Pero esa palabra, que acompañó a
Medvédev durante los cuatro años que ejerció como jefe de Estado,
desapareció como por encanto el día en que Putin se reinstaló en el
Kremlin.
El protagonismo de Medvédev al frente del Gobierno ha
sido casi nulo y no faltan las conjeturas sobre cuánto tiempo se
mantendrá en cargo.
El director del Centro de Estudio
Estratégicos, Mijaíl Dmitriev, ha advertido de que el primer ministro
podría despedirse de su puesto ya en los próximos meses si se aprueba la
reforma del sistema de pensiones que elabora el Ministerio de Trabajo.
Según Dmitriev, el carácter impopular de dicha reforma levantará una
ola descontento que provocará la caída del Gabinete de Medvédev.
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