Leo Messi desequilibró con dos goles el duelo ante el Spartak. Fuente: UEFA.com
El joven Cristian Tello inauguró el marcador para el Barcelona en el minuto 13 con un disparo ajustado desde la frontal área. Abierta la lata, el equipo español puso el piloto automático: se dedicó a marear la pelota a dos tercios de campo, dejando que las ocasiones de gol cayesen como fruta madura. Una receta tan conocida como efectiva. Sin embargo, el guión se torció a la media hora de juego. El nigeriano Emenike llegó a la línea de fondo y centró al corazón del área, donde Ari esperaba con la caña. No hizo falta su remate. Dani Alves llegó antes pero su despeje en pifia terminó en la meta propia. 1-1, minuto 30, el partido ‘volvía a empezar’. El Barcelona perdió el ritmo con el gol encajado, así se llegó al descanso.
El equipo moscovita salió envalentonado tras el paso por vestuarios. Físicamente más fresco que el Barca, sus contras eran cada vez más peligrosas. El centrocampista brasileño Rómulo, el mejor del Spartak hoy (¡qué gran fichaje!), finalizó a bocajarro en el 59’ una soberbia jugada colectiva del equipo ruso para subir el 1-2 al marcador. En vez de provocar dudas en el rival, el tanto despertó a la bestia. El Barcelona mostró su mejor versión en la última media hora, que son palabras mayores. Messi dio la vuelta al partido en diez minutos. Empató en el 71’ tras jugada de Tello y culminó la remontada de cabeza en el 80. "Esta victoria es mérito nuestro, tras un partido tan complicado, no es fácil cuando se cierran atrás todos en el área y tienen un delantero muy bueno y rápido que sale bien a la contra", explicó el propio Messi tras el encuentro.
Emery: “Messi, la excelencia futbolística”
Pese a la derrota, el entrenador
del Spartak, el español Unai Emery, se mostró satisfecho por la
imagen ofrecida: "El equipo ha buscado la victoria y eso nos
dice que las cosas nos pueden salir bien en el futuro. El objetivo
era que el Barcelona no tuviera muchas ocasiones de gol. Sabíamos
que era difícil mantener un resultado victorioso. Hemos decidido
jugarle un poco más atrás y 90 minutos son muy largos, contra este
equipo hay que hacer un partido perfecto. Es uno de los dos o tres
favoritos para ganar la Champions”, resumió el técnico del
conjunto moscovita, que no escatimó elogios para su verdugo: "Hablar
de Messi es hablar de la excelencia futbolística”.
Algo más
de 5.000 aficionados rusos asistieron al partido en directo, incluido
un pequeño pero ruidoso grupo a pie de césped. El ambiente fue
cordial y no se registraron incidentes, al igual que el día anterior
en el Zenit-Málaga. Por cierto, que este miércoles por la tarde se
pusieron a la venta en la tienda del Spartak las entradas del partido
de vuelta, en Moscú contra Barcelona. Aunque quedan todavía dos
meses (se disputará en Luzhniki el 20 de noviembre), la cola de
aficionados daba la vuelta a la manzana…
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