La oposición no parlamentaria rusa anunció
hoy que aplaza hasta diciembre toda acción de protesta masiva contra el
presidente, Vladímir Putin, tras la celebración de la última
manifestación antigubernamental el pasado fin de semana.
"Hoy
el comité organizador acordó celebrar la próxima Marcha de Millones en
diciembre", dijo Serguéi Udaltsov, uno de los líderes del movimiento
opositor que nació en diciembre para protestar contra el fraude
oficialista en las elecciones legislativas.
Udaltsov, que fue
detenido el pasado sábado tras el fin del mitin opositor en el centro de
Moscú, propuso celebrar la nueva marcha el 20 de octubre, pero otros
líderes de la oposición radical al Kremlin se opusieron, según las
agencias locales.
La marcha opositora del sábado congregó a
varias decenas de miles de personas, pero el mitin posterior concentró a
un número mucho menor, según sus críticos, debido a la falta de
propuestas concretas de sus principales dirigentes.
Según la
prensa oficialista, la Marcha de Millones ha perdido su capacidad de
convocatoria, aunque los comunistas se sumaron por vez primera a la
protesta en su tercera edición.
Por vez primera, la izquierda,
los liberales y los nacionalistas se pusieron de acuerdo a la hora de
plantear unas demandas sociales y económicas.
Además, en el
mitin participó Guennadi Gudkov, que el día anterior fue privado de su
acta de diputado en una votación parlamentaria orquestada por el partido
del Kremlin.
La primera Marcha de los Millones se celebró el
pasado 6 de mayo y desencadenó violentos choques con la policía, que
detuvo a centenares de personas, algunas de las cuales están en riesgo
de ser condenadas a penas de cárcel.
Los opositores se
centrarán ahora en las elecciones de su consejo coordinador, plataforma
que coordinará tanto las protestas como el diálogo con las autoridades y
la política informativa de la oposición, y que estará integrado por 45
miembros, de los que 15 serán miembros de partidos y el resto,
independientes.
Putin ha advertido del peligro de las
actitudes anarquistas de la oposición extraparlamentaria, a la que acusa
de estar influenciada por Occidente.
En ese sentido, la
Cancillería rusa aseguró hoy que ha comunicado a Estados Unidos que debe
cerrar la representación de su Agencia para el Desarrollo Internacional
(USAID) en territorio ruso.
Según el portavoz de la
diplomacia rusa, Alexandr Lukashévich, USAID ha intentado "influir
mediante de la entrega de subvenciones en los procesos políticos,
incluidas elecciones de distinto nivel, y las instituciones de la
sociedad política".
En julio pasado, Putin ya promulgó una ley
que obliga a registrarse como "agentes extranjeros a las ONG que
reciban financiación desde el exterior y participen, al mismo tiempo, en
la vida política del país"
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