Lebedkó aseguró que su partido y el Frente
Popular de Bielorrusia han retirado en el último momento a sus 70
candidatos a la cámara de representantes del Parlamento en el marco de
la campaña "Elecciones limpias sin Lukashenko".
"En los
anteriores comicios legislativos de 2008 la oposición no obtuvo ningún
acta de diputado, según el escrutinio oficial. Ésta campaña electoral ha
sido aún peor. Ha puesto de manifiesto la completa degradación del
sistema electoral", dijo.
El político recordó que menos del 1
por ciento de miembros de las comisiones electorales son opositores, y
que los medios de comunicación han censurado las intervenciones de los
líderes de la oposición durante la campaña.
"En Bielorrusia
los diputados no se eligen, se designan a dedo. En caso de que te
obliguen a votar, lo que es una práctica muy corriente en nuestro país,
recomendamos a los electores que marquen la opción 'contra todos'",
aseguró.
Lebedkó denunció que a los universitarios les
prometen días libres en caso de que voten por adelantado, de lo
contrario les amenazan con dejarles sin plaza en los albergues, y algo
similar ocurre con los trabajadores de las fábricas estatales,
pensionistas e inválidos.
"Las autoridades han reaccionado con
mucho nerviosismo ante nuestro boicot. Al principio, se negaron a
aceptarlo. En 16 de las circunscripciones electorales el único candidato
es oficialista. Sin exagerar, Bielorrusia cada vez se parece más a
África", indicó.
Lebedkó cree que el boicot será un éxito si
la participación electoral no supera el 50 por ciento en algunas
regiones del país, que se encuentra sumida en una profunda crisis
económica desde el pasado año.
La oposición se dedicará a
ejercer las funciones de observadores en los colegios electorales, donde
realizará un recuento paralelo para poner en evidencia el escrutinio de
Lukashenko, que lleva 18 años en el poder y es considerado el último
dictador de Europa por Occidente.
Lebedkó no cree que tras el cierre de los colegios vayan a celebrarse manifestaciones de protesta.
El exjefe de Estado bielorruso, Stanislav Shushkévich, que dirigió el
país durante sus primeros tres años de independencia (1991-94) antes de
la llegada al poder de Lukashenko, aseguró la víspera a Efe que las
legislativas son una farsa.
"Lukashenko tiene más poderes
legislativos que el Parlamento. La cámara de representantes (cámara
baja) no decide nada. Es un órgano decorativo", dijo.
La
Comisión Electoral Central de Bielorrusia criticó el boicot opositor al
considerar que es "una falta de respeto con los votantes".
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