Matar a Ankvab

El presidente de Abjasia Alexánder Ankvab. Fuente: Mikhail Mokrushin / RIA.

El presidente de Abjasia Alexánder Ankvab. Fuente: Mikhail Mokrushin / RIA.

El 22 de febrero del 2012, el presidente de Abjasia, Alexánder Ankvab sobrevivió a un intento de asesinato. Con este ya van seis. Sufrió cuatro intentos de asesinato durante su mandato como jefe del Gobierno abjasio (febrero y abril del 2005, junio y julio del 2007) y uno durante su mandato como vicepresidente (la noche del 22 de septiembre del 2010). Sin embargo, el reciente intento destaca en particular por el hecho de que esta vez ha sido un atentado al presidente de un país parcialmente reconocido. En el 2012 no sufrió daños. En julio del 2007, Ankvab salió ileso excepto una leve conmoción y en el 2010 también fue levemente herido.

Durante el intento de asesinato en el 2012 del presidente de Abjasia, dos de sus guardias, Remzik Tsugba y Tengiz Pandaria, fueron asesinados (el primero murió en el momento, el último en el hospital). Los dos niños pequeños de Remzik Tsugba ahora son huérfanos. Periodistas abjasios, expertos y figuras públicas están de acuerdo en general en que el ataque de febrero contra el presidente de la república fue el más ambicioso y mejor organizado hasta la fecha.

Estas son las declaraciones de Stanislav Lakoba, secretario del Consejo de Seguridad abjasio: "Hubo un intento de interceptar la guardia. A continuación, la escolta recibió disparos de lanzagranadas”. Es obvio que un ejecutor solitario del acto no habría sido capaz de llevarlo a cabo espontáneamente. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el actual presidente de Abjasia era altamente vulnerable en cuanto a seguridad personal se refiere.  A pesar de todos los incidentes contra él, nunca trató de aislarse de sus conciudadanos tras altas vallas de seguridad. En todos los cargos que ha ocupado desde el 2005 (cuando recibió el cargo de primer ministro a cambio de apoyar a Serguéi Bagapsh durante la elección presidencial del 2004), Ankvab no vivía en la capital de Sujumi sino en Gudauta (él mismo proviene de la localidad de Juap en el distrito de Gudauta).

Prácticamente en el momento culminante del evento, el presidente de Abjasia celebró una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, en la que afirmó que el objetivo de los organizadores del atentado era desestabilizar la situación sociopolítica en la República. Esta severa evaluación del líder de Abjasia es fácil de entender. Y no solo por razones puramente humanas, sino también por razones políticas. De hecho, en vísperas de las elecciones parlamentarias, este panorama sería bastante indeseable para Abjasia, que está tratando de demostrar al mundo entero que su Estado no es una coincidencia o una consecuencia de la "ocupación rusa." Después de que terminara la fase crítica del conflicto entre Georgia y Abjasia y de que fuera reconocida la condición de Estado de Abjasia (aunque por un número limitado de países), no era la tarea principal asegurar las fronteras de la república ni la simple supervivencia bajo una amenaza militar constante, sino la construcción de las instituciones gubernamentales.

Sin embargo, este proceso ha demostrado ser un reto no menos difícil que el enfrentamiento con Georgia y las aspiraciones "unificadoras" de su gobierno. En primer lugar, después del 2008 Abjasia experimentó la prueba de la entrada de dinero ruso. Estos flujos financieros nunca antes se había visto allí. Y los preparativos para las instalaciones olímpicas en la vecina Sochi llevan además la delantera. El papel de la infraestructura de Abjasia en este proyecto no puede resultar exagerado, ya que desde la era soviética, Abjasia y la gran área de Sochi se han considerado un complejo turístico único.

En segundo lugar, la llegada de importantes fondos no tuvo lugar en un entorno abierto y transparente. Muchos funcionarios no se oponían a convertir el proyecto del gobierno en un negocio rentable para ellos y sus círculos. Como resultado, tres años después de la Guerra de los Cinco Días, el problema de la corrupción se había convertido en un tema crucial en la agenda de la República.

En las elecciones presidenciales del año pasado, Alexánder Ankvab fue capaz de ganar en gran parte debido al hecho de que había prometido -si no poner fin a la corrupción- al menos disminuirla en serio. Y ha tomado algunas medidas en este sentido. Tal vez podemos decir que las medidas del presidente de Abjasia no fueron sistémicas. Estaban dirigidas a tales o cuales funcionarios, y se llevaron a cabo sin el apoyo adecuado o una amplia discusión pública. Pero sin embargo, Ankvab no lo ocultó: iba a combatir a los delincuentes dentro y alrededor del gobierno. En el 2009 y el 2010, el autor de este artículo tuvo la oportunidad de hablar personalmente con el líder abjasio actual. En esas conversaciones, dejó en claro que la viabilidad del Estado de Abjasia dependería de lo capaz que fuera de derrotar a la delincuencia organizada. Después de todo, con altos niveles de criminalidad, la República no recibirá inversiones privadas (y las inversiones estatales están expuestas a los mismos riesgos de corrupción), ni  recibirá turistas, que tradicionalmente han ayudado a impulsar la economía de Abjasia. Un turista por ejemplo, Víctor Yeroféyev, un escritor tan conocido en Rusia como en Occidente, publicó un artículo en el famoso International Herald Tribune en julio del 2011 en el que, entre otras cosas, declaraba que Abjasia era "un país con un rostro humano, sin rasgos bandidistas”. El problema de Abjasia es que no puede conseguir que la comunidad internacional escuche las razones por las que declaró su independencia, para apreciar los principios democráticos de su gobernabilidad "ilegal".

El atentado de febrero a Ankvab pone en duda las palabras del famoso escritor, que habló sinceramente después de una visita a Abjasia. Nos gustaría creer que una investigación competente identificará a los organizadores y perpetradores del atentado contra el presidente de Abjasia. Sin embargo, hay algunas dudas de que esto suceda, ya que los cinco previos intentos anteriores no han sido descubiertos. Quien fuera que estuviera  detrás del asalto de febrero, la situación criminal de la República debe ser drásticamente reparada. Y la sociedad abjasia no puede dejar de entender esto. En este contexto, no es de extrañar que las manifestaciones espontáneas con consignas contra la corrupción se llevaran a cabo en el distrito de Gudauta (casa del presidente de la República) y en Sujumi en apoyo del cabeza de la República.

El 10 de marzo de 2012, los ciudadanos de la República parcialmente reconocida, elegirán un parlamento. Se volverán a enfrentar a la difícil prueba de la viabilidad. Y el empeoramiento de la situación criminal solo complica la entrega de esa prueba. En cualquier caso, la repetición de incidentes de este tipo (y más todavía, tan frecuentes) debilita la postura de la República en su conjunto y su liderazgo en particular. Demuestra que Abjasia no está aún plenamente preparada para una vida autónoma. Por lo tanto, independientemente de cuáles sean las metas y los programas de los candidatos a diputados, en el caso de victoria todos ellos deben apoyar una política de rígida descriminalización de la sociedad y de toma de conciencia entre los habitantes de la República. Sin resolver este problema, que se hable de independencia y viabilidad no se toma en serio - ni en Moscú ni en Europa, adonde Abjasia mira con interés.

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