Putin condena los ataques a legaciones EEUU y las provocaciones religiosas

"En relación a lo ocurrido sólo puede haber una reacción: condenamos ese crimen y ofrecemos nuestras condolencias a las familias de los muertos", dijo Putin, citado por las agencias locales.

Putin aseguró que la vida de los diplomáticos está protegida por las convenciones internacionales y "si alguien no reconoce esto, significa que esa gente se sitúa no sólo fuera del marco de la ley, sino también fuera del marco de la civilización moderna".

"Me gustaría llamar la atención de los dirigentes de los nuevos Gobiernos y Estados donde han ocurrido importante cambios. Ellos tampoco deben eludir su responsabilidad sobre lo que ocurre en sus territorios", dijo.

En relación a la muerte la víspera del embajador norteamericano en Libia en un atentado terrorista en la ciudad de Bengasi, el líder ruso se muestra confiado en que "esta tragedia nos empuje a intensificar la lucha conjunta contra las amenazas del extremismo y el terrorismo".

"Todos debemos tener mucho cuidado con los sentimientos religiosos, es decir con los sentimientos religiosos de los que pertenecen a distintas confesiones", advirtió.

Según Putin, "si un Estado no reacciona de manera dura y oportuna ante las provocaciones contra los sentimientos religiosos de la gente, entonces la gente ultrajada, indignada y humillada comenzará a defender por sí misma sus creencias e intereses".

Putin advierte de que esa actitud "adquiere a veces formas absolutamente inaceptables" y esos grupos "actúan con métodos inadmisibles".

El jefe del Kremlín se refería veladamente a dos películas, una con actores y otra documental, rodadas con ocasión del aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EEUU, que en opinión de muchos musulmanes han ultrajado al profeta Mahoma y que han sido detonantes de las actuales protestas en el mundo árabe y de algunos ataques terroristas.

A su vez, Putin aludió a que Rusia comparte los principios de la democracia y la libertad con muchos países, pero "en otras regiones del mundo hay bastantes regímenes que no se corresponden con esos estándares".

"La diferencia de posturas con nuestros socios norteamericanos es que nosotros consideramos que esa clase de problemas deben solucionarse durante difíciles, pero, pese a todo, pacíficas negociaciones", apuntó.

En su opinión, esas negociaciones deben proponerse garantizar a largo plazo el desarrollo de esos países y la convivencia de representantes de todas la confesiones y pueblos, lo que exige paciencia y un trabajo arduo.

Por ello, Rusia no apoya a los grupos armados que quieren solucionar los problemas internos por medios militares, manifestó en clara alusión a la situación en Libia y Siria.

"Siempre nos ha causado inquietud que, al apoyar a esos grupos armados, podemos llevar a la situación a un callejón sin salida. No conocemos el objetivo final de esos luchadores por la libertad y tememos que la región desemboque en el caos, lo que, sinceramente, ya está ocurriendo",

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