En 2010 la compañía estatal uzbeka
Uzbekneftegaz y la Corporación Nacional Petrolera China (CNPC) firmaron
un contrato para la venta anual a China de 10.000 millones de metros
cúbicos de gas natural.
El "Gasoducto del Siglo" une
Turkmenistán y China a través de los territorios de Kazajistán y
Uzbekistán, y tiene una capacidad de transporte de 30.000 millones de
metros cúbicos de carburante al año.
El gasoducto, cuyo coste
está estimado en 20.000 millones de dólares, transcurre 188 kilómetros
por territorio turcomano, 525 kilómetros por suelo uzbeko, 1.293
kilómetros por Kazajistán y 4.860 por China para enlazar la región
occidental de Xinjiang con la costa oriental.
El conducto se
ha construido para alimentar la sedienta industria china, que se ha
fijado en Uzbekistán, al igual que en Turkmenistán y Kazajistán, para
aliviar su excesiva dependencia de Oriente Medio, de donde recibe la
mayoría de sus importaciones de hidrocarburos.
Durante los
últimos años China ha comprado yacimientos y acciones en importantes
corporaciones energéticas centroasiáticas, pero también concede
generosos créditos y costea proyectos de inversión para promover la
industria de la región.
Esta política le ha permitido
estrechar lazos con los autoritarios dirigentes locales con más
facilidad que con las grandes compañías occidentales.
Uzbekistán es uno de los mayores productores de gas natural del mundo,
aunque hasta ahora el monto de sus exportaciones estaba muy lejos de su
potencial de extracción
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: