Moscú llamó también a todas las fuerzas
políticas externas que pudiesen ejercer influencia sobre la oposición
armada siria a que hagan un esfuerzo para convencer a los rebeldes de
que depongan las armas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores
ruso informó también de que no había ciudadanos rusos entre las víctimas
en el sangriento atentado perpetrado en el barrio de Al Malaab al
Baladi, en el centro de Alepo.
El viceministro de Exteriores
ruso, Mijaíl Bogdánov, mantuvo la víspera negociaciones en París con
representantes de la oposición siria y las autoridades francesas en las
que abogó por una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que se
base en el acuerdo de Ginebra del pasado 30 de junio.
"Tenemos el plan de Kofi Annan (exenviado especial de la ONU y la Liga
Árabe) que es el fundamento de todos nuestros enfoques. Seguimos siendo
contrarios a una intervención militar", afirmó.
Pidió a sus
socios occidentales que apoyen "una transición política" en Siria y se
organice una conferencia con todos los actores del conflicto, como la
conferencia de Taif que en 1990 permitió acabar con la Guerra Civil del
Líbano.
También, manifestó la disposición de Moscú de acoger dicha conferencia.
Moscú instó en varias ocasiones a las partes implicadas en el proceso
de resolución del conflicto a atenerse a lo acordado en Ginebra sobre
el cese del fuego, el inicio del diálogo y la formación de un Gobierno
de transición con representantes de Gobierno y oposición
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