"Es una alternativa real a la creación de
estructuras de confrontación como el Gobierno en el exilio, que se
contrapondrá no sólo a las autoridades (sirias) sino también a la
oposición interna", dijo Lavrov tras reunirse con la secretaria de
Estado norteamericana Hillary Clinton en Vladivostok.
Lavrov,
desplazado a la cumbre del Foro de Cooperación Económica del Asia
Pacífico que se celebra este fin de semana en el Pacífico ruso, recordó
que el comunicado de Ginebra, aprobado por las principales potencias
mundiales, regula los pasos para el proceso de paz que incluye la
formación de un gobierno de transición.
Esta es la postura que
defenderá Moscú en la próxima reunión del Consejo de Seguridad de la
ONU, que se celebrará a finales de este mes de septiembre, según anunció
el ministro ruso.
"En el encuentro con la secretaria de
Estado de EEUU hemos subrayado que nos pronunciaremos para que el
Consejo de Seguridad apruebe el Comunicado de Ginebra", manifestó
Lavrov.
El titular de la cancillería rusa responsabilizó a
algunos países europeos de "instigar a la oposición al rechazo del
diálogo y la continuación de la lucha".
"Es precisamente lo
que hacen nuestros socios europeos. Nosotros apoyamos el plan de Kofi
Annan (exrepresentante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria),
lamentó.
El ministro de Exteriores ruso apoyó además la
propuesta del Comité Nacional Sirio (grupo opositor interior) de
celebrar en Damasco una conferencia de todas las fuerzas opositoras al
régimen del presidente Bachar al Asad.
Por otra parte, Lavrov
expresó a Clinton su preocupación por el perjuicio que sufren las
entidades financieras rusas a consecuencias de las sanciones de Estados
Unidos contra Siria e Irán.
"Las sanciones unilaterales
estadounidenses contra Siria e Irán van ganando un carácter
extraterritorial y afectan directamente los intereses de las empresas
rusas, en particular de los bancos", se quejó Lavrov, que calificó de
"intolerable" esta determinación de Washington.
Descartó no
obstante que Rusia tenga especiales intereses económicos, militares y
comerciales en estos dos países, "en los que sí tienen grandes intereses
nuestros socios europeos".
Lavrov insistió en criticar
duramente la postura de Occidente sobre el papel que deben jugar Rusia y
China en la resolución del conflicto sirio.
"Decidieron
actuar a solas, sin contar con nosotros. Y ahora que ha pasado más de un
año y medio y las sanciones unilaterales no funcionan, empiezan a
culpar a Rusia, China y a otros países que no quieren apoyar las
sanciones antisirias (en la ONU) de impedir no se qué unidad de la
comunidad internacional", aseveró el ministro ruso.
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