“La imagen de Rusia en el mundo no se corresponde con la realidad"

La Plaza Roja. Fuente: ITAR-TASS

La Plaza Roja. Fuente: ITAR-TASS

El director de la Agencia de Cooperación Rusa, Konstantín Kosachev, habla de las posibilidades del "poder blando” ruso a la hora de promover los intereses nacionales en el extranjero y el papel que podría tener su departamento en ello.

Los próximos lunes y el martes tendrá lugar en Moscú una reunión de los directores de las representaciones de la Agencia de Cooperación Rusa. Uno de los temas es la renovación de las formas y los métodos de trabajo de la cooperación rusa. ¿Se planea una reforma de la organización?

Si hablamos de nuestros objetivos y métodos, es importante recordar que la cooperación rusa no surgió de la nada. Se creó sobre la tradición y experiencia acumulada durante la época soviética. En mi opinión, la URSS fue muy activa y utilizó el 'poder blando' igual de bien que sus rivales geopolíticos, aunque entonces no se llamara así. La imagen que había en el mundo de  la URSS se correspondía con lo que realmente estaba sucediendo en nuestro país, y en algunos aspectos la imagen era incluso mejor. Aunque también está claro que ese sistema estaba completamente ideologizado y que no podemos copiar ciegamente la experiencia previa.

¿Y ahora?

En mi opinión, Rusia mantiene una paridad relativa con sus principales rivales geopolíticos en la esfera del 'poder duro', es decir, tenemos un gran potencial militar, de recursos y económico. Pero en lo referente al 'poder blando', esta paridad está, por desgracia, enormemente desequilibrada. La reputación y la imagen de Rusia en el mundo es notablemente peor que la situación real de nuestro país. 

En el mundo se ha creado una especie de presunción de culpabilidad de Rusia. Cada vez que sucede algo en nuestro país, la opinión pública en el extranjero, por inercia, no se decanta a nuestro favor. Tiene lugar una tragedia, digamos, por ejemplo, la muerte de un periodista. Inmediatamente se escribe: "En Rusia matan periodistas porque no hay libertad de expresión". Si hay un conflicto con un empresario importante, dicen, "es el gobierno que se está apoderando de sus acciones, redistribuyendo sus propiedades".

Le doy un ejemplo. Esta semana la Agencia de Cooperación Rusa ha organizado en Berlín el festival 'Sozvezdie' dentro de las celebraciones del año de Rusia en Alemania.  Hablé con un amigo, un colega de mis tiempos del Parlamento. Él sigue siendo diputado del Bundestag por la CDU (partido demócrata cristiano), que como todo el mundo sabe tiene una relación bastante mala con Rusia. Así que me cuenta que hacía apenas unos días había leído una información en los periódicos alemanes sobre lo que representaba Pussy Riot   desde el punto de vista de sus acciones previas. Me reconoció emocionado que hasta entonces tenía la absoluta convicción de que Pussy Riot estaban siendo juzgadas injustamente y únicamente por motivos políticos. Cuando vio el artículo, lo que se decía ahí, se estremeció y se preguntó: ¿Por qué no han explicado todo esto antes? Me preguntó: ¿Por qué no distribuisteis toda esta información a todo al mundo y en profundidad? 

La Agencia Federal de Cooperación Rusa fue creada en septiembre de 2008. El objetivo de este departamento es afianzar en el extranjero una idea objetiva de la Rusia actual. La Agencia se ocupa de los problemas de los rusos en el extranjero, participa en los programas de cooperación humanitaria internacionales, apoya a las múltiples organizaciones no gubernamentales y religiosas de Rusia y de otros países.

¿Y qué es lo que usted respondió?

Que esa información era de acceso público, pero que a menudo simplemente en Occidente no se quiere ver, por esa especie de demanda pública que quieres información negativa sobre Rusia y la presunción de culpabilidad, de la que hablaba antes. Pero debo reconocer que nosotros también, por nuestra parte, podríamos trabajar en el plano informativo de una forma más coherente y sistemática.  

¿Y quién crea esa demanda pública negativa sobre Rusia? 

Esa es una pregunta compleja. Pero comparemos cómo se encienden las pasiones en Occidente cuando un tema está relacionado con Rusia o con otros países no 'occidentales', por ejemplo, China. Porque si utilizamos los mismos principios, un observador crítico podría entender muchas cosas, ¿no es cierto?

Hay muchos criterios por los cuales, desde mi punto de vista, el debate en torno a Rusia se sitúa ahora mismo en un plano emocional, sobre todo si tenemos en cuenta que la situación política, social y humanitaria en nuestro país está como mínimo igual, y en muchos aspectos mucho mejor, que en muchos otros países. 

¿Por qué se da esa reacción? 

Porque el interés hacia Rusia ahora mismo, en mi opinión, es mucho mayor. La percepción que se tiene de China, al parecer, es que es algo inmutable, inamovible, por eso nadie hace grandes esfuerzos por convencer al gobierno chino para que haga o deje de hacer algo. Cooperan con China sin intentar cambiarla.

Con Rusia ya existe una experiencia 'con éxito' del uso de la presión desde el extranjero. Primero con  Gorbachov y después con Yeltsin. La popularidad de estos políticos en el extranjero, al igual que la popularidad de nuestro país en Occidente, fue máxima a finales de los años 80 y principios de los 90. Pero fue precisamente esa época en la que nuestro pueblo lo pasó peor.

El actual gobierno, en mi opinión, comprende perfectamente los intereses del país. Me explico, la simpatía que otros países tengan por Rusia es un factor importante, pero no puede ser un objetivo en sí mismo. No se puede ir  a remolque de la opinión pública extranjera solo para complacerla.

¿Y podemos aprender algo de otros países post soviéticos? De todas las antiguas repúblicas soviéticas, hoy en día la que mejor imagen tiene en Occidente es Georgia. 

Aprender no está mal. Pero la imagen positiva de Georgia, además de porque hay muchas cosas que se están haciendo con éxito, debe mucho a una determinada coyuntura política. Si en el caso de Rusia hay una presunción de culpabilidad en Occidente, en relación con Georgia hay una presunción de inocencia al 100 %. Haga lo que haga el líder georgiano será recibido con aplausos. Imagínese por un segundo que en algún lugar y pongamos que, en circunstancias poco claras, muriera el Primer Ministro que es un rival político del Presidente. Estoy hablando de Saakashvili y Zhvania. Imagínese qué tipo de debates se estarían dando en Occidente si esto hubiera sucedido en Rusia. Pero en Georgia no se juzga: ha muerto un hombre y eso es todo, las desgracias pasan.

Y si finalmente volvemos a la Cooperación Rusa y a lo que tenemos que crear, entiendo que debe ser una relación normal, objetiva y sin prejuicios con Rusia. No quiero decir que tenga que ser una imagen embellecida, simplemente debe ser una imagen verídica y adecuada. Eso ya sería mucho mejor que lo que hemos conseguido hasta el momento.

Versión abreviaba. Artículo publicado originalmente en Kommersant.

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