No obstante, para Walesa, la actuación de las
integrantes del grupo punk Pussy Riot fue de "mal gusto", ya que,
"aunque tenían derecho a hacer lo que hicieron, no lo hicieron en el
lugar adecuado".
Las Pussy Riot se dieron a conocer en toda
Rusia el 21 de febrero pasado, cuando cinco de sus integrantes
irrumpieron encapuchadas en una zona restringida del altar de la
catedral de Cristo Redentor en Moscú, el principal templo ortodoxo del
país.
Una vez allí, las mujeres se desprendieron de varias de
prendas y comenzaron a tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar
en ropa interior.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía la
canción, en la que se acusaba al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa,
Kiril, de creer en el presidente de Rusia y no en Dios
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