Ciudadanos rusos sin un estado reconocido

Los rusos étnicos de Crimea y Transnistria. Fuente: kinopoisk.ru

Los rusos étnicos de Crimea y Transnistria. Fuente: kinopoisk.ru

Tras la desintegración de la URSS se independizaron numerosos países, y también hubo una serie de conflictos. En repúblicas separatistas de Transnistria, Osetia del Sur y Abjazia hay personas que tienen ciudadanía rusa. En otros lugares, como la República Autónoma de Crimea la presencia de la cultura rusa es considerable.

Los habitantes de Crimea y Transnistria

 

Tras la desintegración de la URSS, en febrero de 1992 el Soviet Supremo del entonces Óblast de Crimea proclamó el autogobierno de la península, que había sido parte de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia hasta 1954, cuando Moscú decidió asignarla a la República Socialista Soviética de Ucrania. Sin embargo, Kiev rechazó cualquier forma de independencia para Crimea, limitándose a reconocerle el estatus de República Autónoma dentro de la recién creada Ucrania. Hoy en día, muy pocos toman en consideración la eventualidad de que la península pueda separarse de Ucrania como república independiente y menos aún los que piensan que pueda reunirse con Rusia.  Sin embargo, es suficiente dar una vuelta por las calles de Sebastopol, sede de la flota rusa del Mar Negro, para darse cuenta de que la gran mayoría de los crimeanos habla ruso como lengua materna, ve televisión rusa y a menudo dice aún “rublo” en cambio de “grivna”, la moneda de Ucrania.

Una situación parecida a la de Crimea se observa en Transnistria, como se le conoce a la República Moldava Pridnestroviana.  Ubicada entre el río Dniéster y la frontera con Ucrania, Transnistria es un estado no reconocido dentro de las fronteras de Moldavia cuya independencia de facto es garantizada por un cuerpo de paz ruso de unos mil doscientos soldados. Los idiomas oficiales son el ruso, el moldavo y el ucraniano, y la influencia cultural y política de Rusia es considerable. En la capital Tiráspol, junto a los símbolos del antiguo régimen soviético que aún dominan el paisaje urbano, no es raro ver carteles dedicados a Vladímir Putin, dándole a veces al visitante la sensación de estar “en una provincia de Moscú”.

Los ciudadanos rusos de Osetia del Sur y Abjazia

 

Si en Crimea y en Transnistria los rusos allí residentes se consideran tales por razones principalmente étnicas, tratándose de exciudadanos soviéticos de origen eslavo y con el ruso como lengua matera, lo que 'hace rusos' a los pueblos de Osetia del Norte y Abjazia es el pasaporte, la ciudadanía. Los osetios son un grupo étnico de origen iranio, descendiente de los alanos. Separados lingüísticamente tanto de los georgianos, como de los rusos. Aunque los habitantes de Osetia del Sur han tenido relaciones muy estrechas con Rusia, llegando a auspiciar, a través de un referéndum que tuvo lugar en enero de 1992, su anexión a la república autónoma de Osetia del Norte-Alania bajo la soberanía de Moscú.

Similarmente a Osetia del Sur, Abjazia no es un territorio étnicamente eslavo, siendo los abjazios un pueblo autóctono del Cáucaso.  Sin embargo, tal como en el caso de sus vecinos osetios, los abjasios han tenido en Rusia un aliado fundamental. Tras el logro de la independencia de facto de las dos repúblicas, a comienzos de los años 90, el apoyo de Moscú a Tsjinval y Sujum se ha materializado no sólo con la presencia de pacificadores rusos en los territorios que habían sido teatro de los conflictos, sino también con la concesión de pasaportes rusos a quienes los solicitaban. Cuando en la noche del 8 agosto de 2008 las tropas georgianas atacaron Osetia del Sur,  la mayoría de las personas que murieron eran ciudadanos de la Federación Rusa.

Comunidad para la Democracia y los Derechos de las Naciones

El 14 de junio de 2006, los líderes de las repúblicas separatistas de Osetia del Sur, Abjazia, Transnistria y Nagorno Karabaj establecieron en Sujumi la Comunidad por la Democracia y los Derechos Humanos. Conocida también como Comunidad de Estados no Reconocidos, o CEI-2, la organización trabaja para la resolución justa y pacífica de los cuatro conflictos post-soviéticos, favoreciendo la cooperación política entre los gobiernos de Sujumi, Tsjinval, Tiráspol y Stepanakert.

El uso del idioma ruso, oficial en Transnistria, Osetia del Sur y Abjazia, hace de la Comunidad de Estados no Reconocidos un espacio rusohablante. Sin embargo, la influencia rusa sobre los tres territorios no se limita a la esfera lingüística, siendo las relaciones económicas, políticas y militares entre Moscú y los miembros de la Comunidad muy estrechas.

Para el Kremlin, el apoyo a los miembros de la CEI-2 es un medio para sensibilizar la opinión pública mundial sobre las condiciones de vida de los millones de personas que, tras la caída del comunismo, se han encontrado huérfanos de una patria que ya no existía y a menudo víctimas de las políticas de renacionalización forzada impuestas por algunos de los gobiernos de las antiguas repúblicas soviéticas.

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