El comunicado remitido a los medios advirtió de que "veinticuatro pueblos se encuentran en la zona de posibles inundaciones".
"En caso de que se produzcan situaciones de emergencia, los
habitantes serán alertados mediante sirenas o altavoces, a través de la
radio y la televisión y también casa por casa", afirmaron las
autoridades de Sochi.
El alcalde de la ciudad, Anatoli
Pajómov, exigió a los servicios municipales "asegurar el control de las
infraestructuras hidráulicas y reservas de agua, vigilar los ríos
durante las 24 horas y tener listos los medios de transporte para una
posible evacuación".
Sochi, principal balneario del sur de
Rusia, no quiere que se repitan las recientes tragedias que ha vivido su
región, la última hace menos de una semana, cuando cuatro personas
fallecieron en la localidad de Novomijáilovski a causa de las
inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Nechepsujo.
El agua entró en más de 600 viviendas de la localidad turística en la
madrugada del 22 de agosto y dejó más de 1.800 damnificados.
En la memoria de los rusos permanecen las inundaciones en las provincias
de Gelendzhik y Krimski, donde en julio murieron 168 personas, después
de que las autoridades locales no avisaran a la población de las lluvias
que se aproximaban a sus ciudades, como constatarían más tarde los
investigadores.
El agua inundó más de 5.200 viviendas de las
ciudades de Krimski y Gelendzhik en la madrugada del pasado 7 de julio y
se registraron más de 22.000 damnificados, muchos de los cuales
perdieron la mayoría de sus pertenencias
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