"El ataque apunta únicamente contra la
Iglesia Ortodoxa, que es el departamento ideológico de la banda
delictiva Rusia Unida (el partido oficialista ruso), y no contra la fe
ortodoxa como religión", añade la nota.
El grupo se define
como un "movimiento de demócratas cibernéticos revolucionarios que aboga
por la implantación de un régimen de democracia directa con el empleo
de las redes sociales".
"Exigimos la libertad inmediata de las
Pussy Riot. Los ataques continuarán hasta de que cumplan nuestras
exigencias", añade el comunicado de "Voluntad Polular".
Tres
integrantes de ese grupo musical punk, Nadezhda Tolokónnikova,
Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, fueron condenadas el pasado día
17 a dos años de prisión tras ser declaradas culpable de "gamberrismo
motivado por odio religioso".
Las mujeres, junto con otras dos
compañeras que han logrado huir de Rusia, escenificaron en febrero
pasado dentro de la catedral moscovita de Cristo Salvador una plegaria
bailada contra el actual presidente ruso, Vladímir Putin, que entonces
era candidato presidencial.
"Madre de Dios, echa a Putin",
decía la canción cuyo vídeo fue difundido en Internet y en la que se
acusaba al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en
Putin y no en Dios.
El juicio y la condena a las Pussy Riot
desencadenaron una campaña internacional a favor de su libertad a la que
se han sumado, además de políticos occidentales, figuras del mundo
musical de la talla de Paul McCartney, Sting, Madonna, Björk y bandas
como Red Hot Chili Peppers.
"La Iglesia Ortodoxa Rusa declara
que el baile de tres chicas rusas en su 'templo' construido con el
dinero de la mafia le ha causado sufrimiento. Aún no sabéis lo que es
sufrimiento. Ya lo sabréis", añade la nota.
Las Pussy Riot se han manifestado contra la destrucción de cruces.
El pasado día 17, activistas del movimiento feminista ucraniano FEMEN
serraron con una motosierra una cruz de madera recordatoria de de las
víctimas de las represiones estalinistas, instalada en el centro de
Kiev.
Las feministas ucranianas declararon que la destrucción de la cruz era una muestra de respaldo a las Pussy Riot.
"No podemos solidarizarnos con ese tipo de acciones", dijo Aliojina,
una de las tres integrantes del grupo condenadas a prisión.
El caso de las Pussy Riot ha reactivado a los grupos ortodoxos ultras.
El pasado día 22, el líder del movimiento ortodoxo "Santa Rus", Iván
Otrakovski, hizo un llamamiento a crear patrullas ortodoxas en todo el
país para defender a los templos y los popes de los ataques
anticlericales.
El defensor del pueblo ruso, Vladímir Lukin,
salió al paso de la iniciativa de Otrakovski y advirtió de las graves
consecuencia que tendría su puesta en práctica.
El Ministerio
del Interior de Rusia anunció hoy que redoblará en todo el país las
medidas de seguridad junto a templos y santuarios, independientemente
del credo al que pertenezcan, para impedir actos de vandalismo
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