Construida en medio de la nada, siempre ha arrastrado consigo esa condición irracional, fantasmagórica. En ‘Apuntes del subsuelo’, Dostoievski la denominó «la ciudad más abstracta y premeditada de todo el ancho mundo».
Roman Mezenin
Conocemos la ciudad fundada por Pedro I por su imponente Avenida Nevski, por sus canales, por el Palacio de Invierno o el Teatro Marinskii. Pero también por ser el escenario de los personajes más alucinantes y aparentemente irreales de Gógol y de Dostoievski. Las fotografías de Roman Mezenin nos ayudan a imaginar algunos de los espacios que habitaron las mentes dislocadas de sus protagonistas. También a entrever los mitos que han envuelto la ciudad: las crecidas de agua, su belleza extraña y artificial, las noches blancas. Bajamos con el fotógrafo por las amplias escaleras de cualquier edificio de San Petersburgo y salimos a la calle preparados para que la ficción se convierta en realidad.