East side story

Vladivostok. Fuente: ITAR-TASS

Vladivostok. Fuente: ITAR-TASS

Una de las eternas preguntas en la historia de Rusia es qué dirección política y cultural pretende tomar el país: la vía de estilo europeo, democrática y capitalista, o el camino centralizado e imperial, de estilo asiático.

Aunque, tradicionalmente, la cuestión de la dirección ha tenido siempre un matiz político, en las últimas décadas ha adoptado una nueva forma, dado que una serie de democracias al estilo occidental han ido madurando en países como Japón, Corea del Sur, Taiwán y las Filipinas, e incluso estados comunistas como China y Vietnam se han unido al libre mercado. 

La cuestión primordial ahora es, no obstante, la economía. Mientras que la Unión Europea todavía adquiere más de la mitad del total de exportaciones rusas, incluso los países más fuertes han empezado a reducir sus compras. 

“Parece lógico que, en estas circunstancias, Rusia esté tratando de encontrar focos de demanda alternativos para sus exportaciones, y los países asiáticos son la alternativa más obvia,” explicó por correo electrónico a 'The Moscow News' Anna Bogdiukevich, economista del banco de inversiones Aton. “Facilitar el comercio con moneda local, es decir, utilizar por ejemplo el yuan o el rublo sin convertirlos a dólares, es uno de los indicadores de este proceso”.

Con la mirada puesta en el este

Rusia dispone de unas reservas certificadas de petróleo que se calculan en 60.000 millones de barriles de crudo, y el total de sus reservas de gas asciende a 47,6 billones de metros cúbicos,según datos de la Agencia Norteamericana de Información sobre Energía, cosa que la convierte en un enclave natural al que otros países pueden dirigirse para adquirir energía. Además, las revueltas en los países del Próximo Oriente no hacen más que contribuir a su supremacía.

Sin embargo, sus recursos no se limitan al petróleo y el gas. Rusia posee yacimientos minerales, una gran extensión de masa forestal y grandes ríos capaces de proporcionar energía a plantas hidroeléctricas y, al este, sus territorios de interior tienen mucho por ofrecer a las economías vecinas con grandes demandas

La riqueza de recursos de Rusia ha despertado la preocupación en algunos departamentos del país, por otra parte,  ante el temor de que Siberia y el Extremo Oriente se conviertan en un enorme cuenco de recursos para las economías asiáticas. Asahi Shimbun informó en junio de que la mayor parte de la inversión rusa en desarrollo de suministros de electricidad se está enfocando a las necesidades de China.

Vértice del transporte

El hecho de que Rusia confíe en la exportación de mercancías significa que las rutas comerciales, y especialmente las marítimas, incrementan su nivel de prioridad. 

El Ministro de Transportes, Maksim Sokólov, sugirió en una reunión el 3 de agosto con sus homólogos de la APEC, que los puertos deberían convertirse en la ruta alternativa de tránsito de mercancías asiáticas que viajan a la Unión Europea, en conjunción con la línea principal Baikal-Amur y el Ferrocarril Transiberiano, según informó Kommersant. Tanto como un 10% de las mercancías que actualmente se transportan a través del Canal de Suez podrían transportarse con un coste menor a través de los puertos rusos del Pacífico, argumentó.

Aunque algunos se mostraron de acuerdo con la sugerencia, especialmente Corea del Sur, surgieron dudas acerca de la capacidad de la infraestructura rusa, a la hora de cumplir con tales planes. Otros sectores recomendaron hacer hincapié en los procedimientos burocráticos, como el despacho de aduanas, y mejorar la eficiencia de uso de las instalaciones ya existentes.

Sin embargo, Bogdiukevich, de Aton, apunta que existen complicaciones técnicas a la propuesta de Sokólov, como la incompatibilidad de las vías de ferrocarril entre Rusia y China, y Rusia y Europa.

“Pero es más importante aún el hecho de que la capacidad de transporte del Ferrocarril Transiberiano en conjunto se estima en 100 millones de toneladas al año y, en otoño de 2010, el entonces Ministro de Transportes, Ígor Levitin, anunció que su capacidad ya estaba al máximo,” añadió Bogdiukevich.

Tecnologías de la información y turismo

Con la mirada puesta en la diversificación económica y el desarrollo del sector de las altas tecnologías, la empresa estatal Skólkovo se ha mostrado abierta a algunas incubadoras tecnológicas de Asia similares para establecer colaboraciones.

El presidente de la Fundación Skólkovo, Víctor Vekselberg, se reunió con el vice-primer ministro chino, Li Kequiang, en el Foro chinorruso de comercio e inversión, a principios de junio, en el marco de la cumbre Rusia-China en Pekín. Entre los puntos que se debatieron se trató la asociación con el Z-Park de Pekín y el parque tecnológico Torch de la Universidad de Tsinghua.

El presidente Vladímir Putin y el Presidente del Vietnam, Truong Tan Sang, también debatieron la fundación de una universidad tecnológica conjunta durante la visita de Truong a Moscú a finales de julio, según publicó The Vietnam Investment Review.

Junto con estas colaboraciones en tecnologías de la información, el turismo ha emergido como una importante prioridad; así se reflejó en la reunión de julio de los responsables de turismo de la APEC en Jabárovsk.

Moderada por Alexánder Rádkov, responsable de la Agencia Federal de Turismo de Rusia, la sesión comentó la importancia de la industria turística, que representa un 8,3% del PIB de las economías de la APEC, o 3,22 billones, según calculó dicha organización. La ocupación total de esta industria entre los países de la APEC se estima en más de 120 millones de trabajadores.

Tres de las seis zonas económicas especiales de Rusia para el turismo se encuentran en Siberia y el Extremo Oriente: la región de Irkutsk, la región de Altái y la República de Altái, y la región de Zabaikalsk y la República de Buriatia.

Inversiones

Los intereses turísticos de los vecinos de Rusia miembros de la APEC no se limitan a estas regiones, no obstante. China y Corea del Sur anunciaron el año pasado grandes inversiones en una cuarta zona económica especial para el turismo: la región de Krasnodar. 

El pasado noviembre presenciamos la unión de Korea Western Power y CHT Korea con la Compañía de Resorts del Cáucaso Norte, para el aprovisionamiento de electricidad y calefacción en la zona, en un acuerdo que el director de la compañía, Ajmed Bilanov afirmó que podía sumar mil millones de dólares, según informó Itar-Tass.

Además, tras la cumbre Rusia-China del pasado junio, Bilanov anunció una inversión del Grupo Dalian-Wanda de China, de hasta tres mil millones de dólares en desarrollo de complejos turísticos, tal como publicó la agencia RIA Novosti. 

El acuerdo turístico iba acompañado de la creación del Fondo ruso-chino de inversiones, una empresa conjunta entre la Corporación china de inversiones y el Fondo ruso de inversión directa, por un valor de hasta 4.000 millones de dólares. Reuters informó en junio de que el primer acuerdo del Fondo sería una inversión de 200 millones de dólares en una empresa rusa de explotación forestal, pero no disponemos de más detalles sobre el progreso de dicha operación.

Vietnam y Australia

El Presidente vietnamita, Truong, ha hecho visible el interés de su país en Siberia y el Extremo Oriente. A parte de las colaboraciones relacionadas con los negocios de gas y petróleo, ejemplo de las cuales fue la apertura del tercer pozo de Rusvietpetro durante la visita de Truong en julio, los ingresos bilaterales entre los dos países alcanzaron los 918 millones de dólares en los cinco primeros meses de 2012 (habiendo sumado 1.980 millones de dólares el año pasado), según informó la agencia estatal china de noticias Xinhua.

Australia, a su vez, también ha visto el potencial de sus productos y servicios en Rusia, especialmente en relación con la tecnología aplicada a las minas de carbón y los procedimientos y dispositivos de seguridad, tal como informó en mayo el Departamento de Comercio y Asuntos Exteriores de Australia, aunque las instituciones rusas también han mostrado su interés en productos agrícolas.

Las exportaciones de Australia alcanzaron los 1.030 millones de dólares en 2011, según informes de dicho departamento, y las importaciones de Rusia superaron los 1.060  millones de dólares. No obstante, como apunte negativo a la diversificación de la economía rusa, de las anteriores cifras, 961 millones de dólares correspondieron a la importación de crudo. 

Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies