Merkel subrayó que el actual statu quo, en el
que la región de mayoría eslava de Cisdniéster funciona como un ente
independiente, aunque no ha sido reconocida por la comunidad
internacional, no puede perdurar, ya que sólo beneficia a unos pocos.
En su opinión, una de las condiciones para el arreglo del conflicto
es que ambas partes permitan la libertad de movimiento, lo que
impulsaría el desarrollo económico y la llegada de inversiones.
"La UE dispensará los recursos financieros para la realización de
estos objetivos. Los recursos se destinarán a ambas orillas del (río)
Dniéster", dijo, según las agencias locales.
La canciller
alemana subrayó que "los beneficios de la unión de Moldavia a la zona de
libre comercio de la Unión Europea y la liberalización del régimen de
visados deben extenderse a la población de las dos orillas".
Horas antes, en rueda de prensa, Merkel aseguró que "es necesario
continuar las conversaciones en el formato 5+2 (Rusia, EEUU, OSCE, UE y
Ucrania, más Moldavia y Cisdniéster), seguir adelante, avanzar paso a
paso en el acercamiento de las dos orillas del Dniéster".
La
canciller alemana prometió que abordará este problema en sus futuras
conversaciones con dirigentes de Estados Unidos, Rusia y Ucrania.
Según algunos expertos, los habitantes de Cisdniéster nunca aceptarán
un arreglo federalista que, en su opinión, les convierta en ciudadanos
de segunda clase, habida cuenta de que muchos moldavos tienen pasaporte
rumano y pueden viajar a la UE sin restricciones.
Las
autoridades separatistas aceptarían integrarse en Moldavia si ese país
es aceptado como miembro de pleno derecho de la UE y todos los
ciudadanos de la antigua república soviética sin distinción se
convierten en ciudadanos comunitarios.
Cisdniéster, región de
mayoría rusa y ucraniana, rompió los lazos con Moldavia tras un
conflicto armado (1992-1993) en el que contó con ayuda rusa.
Desde el final de aquella contienda, que costó la vida a centenares de
personas, Moldavia aboga por la integración de los dos territorios
separados por el río Dniéster, a lo que siempre se han negado los
separatistas.
En septiembre de 2006, un 97 por ciento de los
habitantes de Cisdniéster votó en referéndum a favor de la independencia
y de la futura integración en la Federación Rusa.
Rusia, que
cuenta con unos 1.350 soldados en la zona desde 1993, defiende la
integridad territorial moldava, pero también la concesión de un estatus
especial a Cisdniéster, como condiciones para el arreglo del
problema.EFE
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