Fuentes policiales precisaron que la potencia
del artefacto explosivo equivalía a tres kilogramos de trilita y estaba
cargado de metralla.
Los autores del atentado calcularon que
los compañeros del policía abatido la víspera en un tiroteo vendrían a
despedirse de él.
Fuentes del Consejo de Seguridad de la República Ingush precisaron que seis fallecidos eran policías.
Los restos del séptimo cadáver pertenecen al terrorista y permiten identificarlo, dijo Evkúrov.
"Ya estamos rastreando el círculo de sospechosos", añadió el
presidente, quien aseguró que "los culpables tendrán el castigo
merecido, tanto los implicados como los organizadores del ataque
terrorista".
Fuentes de la policía ingush precisaron que todos los heridos son civiles que se encontraban cerca de la explosión.
Este atentado se suma a toda una cadena de acciones terroristas en el Cáucaso del Norte.
Dos encapuchados irrumpieron anoche en una mezquita chiíta en la
ciudad de Jasaviurt, en la república rusa de Daguestán, y abrieron fuego
con armas automáticas.
Como resultado, ocho personas resultaron heridas, dos de ellas graves.
El pasado 9 de agosto también en Daguestán tres policías murieron y uno quedó herido al caer en una emboscada.
Dos días antes en la capital chechén, Grozni, dos terroristas
suicidas hicieron estallar sus bombas a la entrada de una tienda para
militares.
En esta acción murieron tres uniformados y resultaron heridos otros tres
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