Rusia defiende mayor presencia de la ONU en Siria

Rusia considera vital la importancia de mantener las fuerzas de la ONU desplegadas en Siria. Fuente: AP.

Rusia considera vital la importancia de mantener las fuerzas de la ONU desplegadas en Siria. Fuente: AP.

“Moscú defiende un aumento de la actividad del Grupo de Acción para Siria y pide mantener la presencia de los observadores de la ONU en el país”, declaró el viceministro de Exteriores de Rusia, Guennadi Gatilov.

Ayer jueves el vicecanciller ruso se reunió en la capital rusa con la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, para intercambiar puntos de vista sobre los últimos acontecimientos en el país aŕabe.

Durante el encuentro, el diplomático ruso instó a que tanto las partes en conflicto, como los actores externos cumplan a rajatabla las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y de la reunión ministerial del Grupo de Acción para Siria.

Además, Gatilov destacó la importancia de mantener la presencia de la ONU en el país, argumentando que la retirada de su misión en las condiciones actuales tendría consecuencias negativas no sólo para el país, sino también para toda la región.

Estas declaraciones del vicecanciller ruso se producen a falta de pocas horas para que el Consejo de Seguridad se reúna para decidir el futuro de la misión de observación que, según adelantaron ya algunas fuentes diplomáticas, será retirada de Siria una vez que finalice su mandato el próximo 19 de agosto.

El Grupo de Acción para Siria celebró su primer encuentro el 30 de junio en Ginebra con la participación de los responsables de la ONU y la Liga Árabe, además de los titulares de Exteriores de Rusia, EE UU, Reino Unido, China, Francia, Turquía, Irak, Kuwait, Qatar y la Unión Europea. Diversas fuentes afirman que el grupo podría volver a reunirse en fechas próximas en Moscú, Ginebra o Nueva York.

Además, Gatilov destacó la importancia de mantener la presencia de la ONU en Siria, argumentando que la retirada de su misión en las condiciones actuales tendría consecuencias negativas no sólo para el país, sino también para toda la región. 

Estas declaraciones del vicecanciller ruso se producen a falta de pocas horas para que el Consejo de Seguridad se reúna para decidir el futuro de la misión de observación que, según adelantaron ya algunas fuentes diplomáticas, será retirada de Siria una vez que finalice su mandato el próximo 19 de agosto.

El Grupo de Acción para Siria celebró su primer encuentro el 30 de junio en Ginebra con la participación de los responsables de la ONU y la Liga Árabe, además de los titulares de Exteriores de Rusia, EEUU, Reino Unido, China, Francia, Turquía, Irak, Kuwait, Qatar y la Unión Europea.

Según algunas informaciones, el grupo podría volver a reunirse en fechas próximas en Moscú, Ginebra o Nueva York.

Por su parte, hace dos días, el exprimer Ministro sirio Riyad Hiyab declaró en una rueda de prensa en Amán, jordania, que “el régimen de Bashar el- Aasad controla como máximo un 30% del territorio de Siria. Les aseguro que el régimen está colapsando en el plano moral y financiero mientras vive una escalada militar”, afirmó.

Fue su primera comparecencia ante los reporteros después de que se fugara con su familia de Siria a Jordania a principios de este agosto. Se trata de la figura de mayor rango que ha dejado el régimen hasta la fecha.

Hiyab confesó que había sido “incapaz de frenar la injusticia” e instó a otros dirigentes políticos y militares a pasarse al bando de los rebeldes para derrocar cuanto antes al régimen de Asad. “Siria está llena de jefes militares y oficiales de honor que esperan una oportunidad de sumarse a la revolución. Llamo al Ejército a seguir el ejemplo de los militares de Egipto y Túnez que se pusieron del lado del pueblo”, dijo.

De acuerdo a los datos de la ONU, los enfrentamientos armados entre las fuerzas leales al presidente Bashar Asad y la oposición han causado en Siria alrededor de 17.000 muertos desde el inicio de las revueltas populares en marzo de 2011.

Mientras que el Gobierno de Damasco informa sobre unos 8.000 muertos y afirma que su Ejército se enfrenta a milicias fuertemente armadas que reciben apoyo desde el exterior.

Occidente y varios países árabes exigen la renuncia de Asad, argumentando que su dimisión pondría fin a la violencia. Rusia y China, en cambio, temen que una intervención externa en Siria y la pérdida de la soberanía agraven aún más el conflicto.

Artículo publicado en RIA Novosti

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