"Las decisiones en casos de tamaña resonancia
las toma personalmente Putin", aseguró hoy a Efe el liberal Vladímir
Rizhkov a las puertas del tribunal Jamóvniki de la capital rusa.
Rizhkov considera que "el proceso contra Pussy Riot se enmarca en el
endurecimiento asumido por Putin desde las protestas del pasado 6 de
mayo", en las que fueron detenidos cientos de opositores.
"Mire, nuevos procesos penales contra la oposición, nueva ley sobre
mítines, nueva ley sobre ONGs, el caso Pussy Riot. Esto es todo una
misma política. Esta es una política de endurecimiento y en el marco de
esa política se prepara el fallo condenatorio", dijo.
En
cuanto al gran número de personas que se congregó en las inmediaciones
del tribunal, el opositor indicó que "la protesta no es tanto una
muestra de apoyo a Pussy Riot, ya que la gente tiene opiniones distintas
sobre esa acción".
"Ésta es una protesta contra la
arbitrariedad, ya que ésta (la canción de Pussy Riot en la catedral
contra Putin) es una pequeña gamberrada por la que únicamente había que
haberles castigado con una pequeña multa o quizás tres días de trabajos
comunitarios", destacó.
Por su parte, el excampeón mundial de
ajedrez Garry Kaspárov, uno de los dirigentes de la oposición no
parlamentaria, considera que el juicio es "un ajuste de cuentas medieval
e inquisitorio".
"El proceso no tiene ninguna relación con la
ley o el derecho. Esto demuestra mejor que ninguna otra cosa el estado
de las cosas en la Rusia de Putin", señaló.
Kaspárov cree que
la respuesta tan severa del Kremlin se debe a que Pussy Riot al cantar
contra Putin en la catedral de Cristo Salvador de Moscú "atacó una
institución sagrada del poder" (la Iglesia Ortodoxa Rusa), lo que "ha
sido muy doloroso para las autoridades".
"Putin es muy
sensible en todo lo que representa un ataque contra su poder. Por eso,
aquellos que opinan que este incidente podría haber pasado desapercibido
estamos muy equivocados, ya que ignoran la naturaleza del régimen de
Putin", agregó.
A su juicio, "no es causalidad que se hayan congregado tantas personas" cerca del tribunal.
"Todos entienden que se trata de un ataque contra el poder
absolutista de Putin, de su derecho a cometer cualquier arbitrariedad,
ignorando incluso la legislación vigente", aseveró.
Kaspárov,
que fue detenido poco después de departir con la prensa a pocos metros
del tribunal, al igual que el izquierdista Serguéi Udaltsov, piensa que
las jóvenes no cometieron ningún delito.
"Hasta ahora a los
activistas opositores los castigaban habitualmente por casos de
vandalismo, (...) pero éste ha sido un proceso claramente político",
recalcó.
Y añadió: "Hoy podemos ser testigos de la aparición en Rusia de presos políticos sólo por manifestarse contra Putin".
Pussy Riot mantiene que si hubieran cantado "Madre de Dios, protege a
Putin", en vez de "Madre de Dios, echa a Putin", nunca habrían
comparecido ante los tribunales.
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