Varias organizaciones rusas pro derechos
humanos y Amnistía Internacional, considera presas políticas a esas tres
integrantes del grupo ruso.
El 21 de febrero de este año
cinco integrantes de Pussy Riot irrumpieron encapuchadas en una zona
restringida del altar de la catedral de Cristo Redentor, el principal
templo ortodoxo del país,
Una vez allí, las mujeres se
desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a tocar la guitarra
eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.
"Madre de
Dios, echa a Putin", decía la canción, en la que se acusaba al patriarca
de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, de creer en el presidente de Rusia y
no en Dios.
Tres de ellas fueron detenidas días después: las otras dos participantes en la acción no pudieron ser identificadas.
Samutsévich ha declarado que si en la catedral hubieran cantado
"Madre de Dios, protege a Putin" en vez de "Madre de Dios, echa a Putin"
no habrían sido enjuiciadas.
El juicio a las Pussy Riot ha
levantado una campaña internacional en favor de su libertad a la que se
han sumado figuras del mundo musical como Sting, Madonna, Björk y bandas
como Red Hot Chili Peppers.
Según una encuesta del Centro
Levada, un 65 por ciento de los rusos abogan por la inmediata puesta en
libertad de las mujeres, mientras un 26 por ciento pide que sean
condenadas a penas de prisión.
La Iglesia Ortodoxa reaccionó
indignada ante la profanación del templo y pidió un severo castigo
contra las mujeres, mientras las cancillerías occidentales han
solicitado su inmediata liberación.
Las autoridades rusas "son
gente poco inteligente, pues de lo contrario no hubiesen montado esta
historia judicial absurda", dijo a radio "Svoboda" el disidente
soviético Vladímir Bukovski, quien se mostró convencido de que la
sentencia contra las Pussy Riot será condenatoria.
"Vivimos en
un mundo virtual, (las Pussy Riot) apelaron a la Vírgen y les respondió
Madonna", dijo Bukovski, que en su tiempo fue canjeado por el ya
desaparecido líder comunista chileno Luis Corvalán, el referirse al
apoyo de la diva del pop al grupo punk ruso.
Yulia Kalínina,
comentarista de "Moskovski Komsomolets", el periódico de mayor tirada
del país, tachó de grave error la decisión de las autoridades de
perseguir judicialmente a las integrantes del grupo punk.
"Las
Pussy Riot se han convertido en un 'icono' de la disidencia. Serán tan
famosas como las celebridades que las apoyan y cuando dentro de unos
años salgan en libertad ocuparán un lugar en la sociedad que en otras
circunstancias jamás llegarían a tener", vaticina la periodista.
Según Kalínina, las Pussy Riot han pasado de ser patitos feos a
cisnes gracias a la "estupidez ilimitada de quienes decidieron
castigarlas cueste lo que cueste".
Pocos dudan de que la
sentencia de mañana será condenatoria, sobre todo después de que las
acusadas hayan pasado ya cinco meses en prisión preventiva.
La
gran incógnita es la pena que les impondrá la jueza que vio la causa,
Marina Syrova: si accederá a la petición de la fiscalía o dictará una
condena que les permita recuperar la libertad, habida cuenta del tiempo
que llevan en prisión.
Las autoridades rusas anunciaron que a
la magistrada se le ha asignado protección policial debido a las
numerosas amenazas que ha recibido.
También serán reforzadas
las medidas de seguridad en torno a la sede del Tribunal, las
principales plazas de las ciudad, así como junto a la catedral de Cristo
Salvador, dijo a la agencia Interfax un portavoz de la Policía.EFE
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