Además, confirmó la emisión de deuda (IDR) de
Rusia a corto plazo en divisa extranjera al nivel F3 y el techo de nota
de país en BBB+, según un comunicado de la agencia.
Fitch, que en enero rebajó el
pronóstico de positivo a estable, destaca que el Gobierno ruso ha
aplicado reformas "en el marco de los volátiles precios del petróleo y
la incertidumbre de la coyuntura económica global".
La agencia
resalta que la deuda acumulada rusa no superaba el 11 por ciento del
Producto Interior Bruto en 2011 y que, en caso de fuertes caídas de los
precios de los hidrocarburos, el Estado cuenta con un "colchón" de
112.000 millones de dólares en diferentes fondos de bienestar.
Fitch indica que Rusia superó con mejor nota que otros países la crisis
de 2008 y 2009, pero advierte de que su economía no es inmune a la
crisis de la deuda en la Unión Europea, que puede afectar a los precios
del crudo y la inversión.
La nota apunta que, por el momento,
no se han tomado medidas para reducir la dependencia de los
hidrocarburos, que suponen más de la mitad de ingresos y exportaciones.
Además, señala que no está nada claro cómo el Gobierno ruso podrá
hacer frente a las promesas electorales realizadas por el presidente del
país, Vladímir Putin, y que supondrán un gasto del 6 por ciento del PIB
durante los próximos seis años.
En cuanto al retorno a los
niveles de crecimiento anteriores a la crisis del orden del 7 por ciento
en el caso de Rusia, Fitch es pesimista debido a la inestabilidad
política, la ausencia de una eficiente gestión económica, los problemas
del clima inversor y la corrupción.
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