“El historiador no sabe la verdad”

Entrevista a Lidia Ivchenko, principal conservadora del museo 'Batalla de Borodinó' y doctora universitaria, en la que habla sobre algunas leyendas y mitos en torno a la guerra de 1812.

Fuente: Elena Pochetova.

¿Se ha descubierto en los últimos tiempos nueva información o versiones diferentes sobre la Guerra de 1812?

Desde el principio de la perestroika muchos de los hechos empezaron a interpretarse libremente. Sin embargo, lo más importante fue aprender a utilizar esa libertad y no dedicarse a perseguir noticias 'sensacionalistas'. La libertad no debe ir en detrimento de la credibilidad científica. Si hablamos de nuevos datos, yo misma, por ejemplo, escribí una tesis sobre la Batalla de Boródino. Trata sobre la reconstrucción de la batalla. Según las fuentes que se utilicen puede reconstruirse de manera u otra.

¿A qué se refiere exactamente?

De acuerdo con los documentos hubo cuatro ataques contra las oleadas de Semiónov, anteriormente se creían que habían sido ocho. En la época soviética era imposible hablar de este tema ya que se corría el riesgo de manchar la reputación del ejército ruso. Los documentos en muchas ocasiones se adaptaban a la versión, y no al contrario. En cuanto a las versiones, abundan y las hay muy divertidas. Dicen, por ejemplo, que Kutúzov entregó Moscú porque era masón y había prohibido a los habitantes con horcas entrar al arrabal de 'Tri Gory', donde el general, gobernador y conde de Moscú, Rostopchin reunía a un ejército para defender la capital.

Probablemente, la situación que describes puede ser el comienzo del sensacionalismo histórico durante la perestroika...

Sin duda.  

En infinidad de lugares se escribió que la gloria de Kutúzov la creó Stalin. ¿Cómo pudieron, entonces, los biógrafos de primera y segunda generación escribir la biografía de Kutúzov? Sabemos qué información utilizaron y que Stalin no los presionó.

El centenario de la Guerra de 1812 se celebró antes de la aparición de la ideología soviética y ya en aquel momento se hablaba de Kutúzov como un gran jefe militar.

Otro fenómeno curioso es el interés por Napoleón, que cuenta con una larga tradición. ¿Es cierta la imagen de que en Rusia tenía muchos admiradores fieles?

De vez en cuando nos encontramos con el típico estereotipo: Kutúzov personifica el mundo de la Rusia patriarcal y campesina, mientras que Napoleón se ve como el personaje que trajo nuevas tendencias progresistas. Se cree que en la época soviética la historia de Napoleón se ocultó para que no pudiésemos apreciar sus grandes hazañas.

Pero recordemos qué oficial soviético escribió sobre Napoleón. Fue el académico Evgueni Víktorovich Tarle quien escribió la biografía por encargo de Stalin. Y en esta ocasión quedó claro que era un encargo: era necesario dibujar la imagen del éxito de un solo hombre, un líder militar y fiel al Estado. Y después de tantos años con una única biografía de Napoleón, el profesor Albert Zajárovich Manfred, quien, a su vez, también había escrito para el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, recibió un encargo: mostrar a Napoleón como el heredero de las ideas de la Revolución Francesa.

Millones de personas conocen la Guerra de 1812 por Lev Tolstói y su 'Guerra y paz'. ¿No es peligroso que la gente pueda hacerse una idea cercana a los hechos históricos, pero no verídica?          

Por supuesto. Si quieres estudiar la historia de la Guerra de 1812 no sólo hay que leer 'Guerra y paz'. Pero si lo que quieres es conocer los acontecimientos de la época, entonces la novela de Tolstói es perfecta. Como apuntó uno de nuestros historiadores, Tolstói recreó la realidad de aquella época sirviéndose de su gran talento. No obstante, es imprescindible separar los datos científicamente comprobados de los de una obra creada por la invención artística. Pienso que la gente lo entiende.

La versión original ha sido publicada en Vzgliad

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