Según un comunicado que difundió el
Ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso, estas medidas no suponen la
ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países.
La
decisión fue adoptada después de que Suecia replicara con la expulsión
de dos diplomáticos bielorrusos a la negativa de Bielorrusia de
prorrogar la acreditación al embajador sueco en Minsk, Stefan Eriksson.
Además, la cancillería bielorrusa indicó que el Gobierno sueco negó
la entrada en país al nuevo embajador de Bielorrusia, por lo que la
misión en Estocolmo quedó reducida a dos funcionarios diplomáticos de
bajo rango.
La decisión de Minsk de expulsar a Eriksson parece
deberse al incidente ocurrido el pasado 4 de julio, cuando un avión
sueco procedente de la vecina Lituania lanzó centenares de ositos de
peluche con paracaídas y pequeñas pancartas en defensa de la libertad.
La UE ya ha expresado su preocupación por la expulsión del embajador sueco y ha advertido de posibles represalias.
En los últimos meses, el bloque ya ha aprobado nuevas sanciones
contra el régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko,
considerado el último dictador de Europa. EFE
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