Seguidamente, Madonna preguntó a los miles de
asistentes al concierto en el marco de su gira mundial MDNA -"¿Estáis
conmigo?"- a lo que la multitud respondió afirmativamente.
Entonces, la cantante estadounidense se desnudó hasta quedarse en ropa
interior, se puso una máscara similar a la que usa Pussy Riot en sus
actuaciones antigubernamentales y se dio la vuelta para mostrar al
público su espalda con el nombre del grupo grabado en su piel.
Horas antes Madonna ya había pedido a Putin que perdone y libere a las
opositoras de Pussy Riot, que podrían ser condenadas a varios años de
cárcel.
"Vladímir Putin debe perdonarlas como artistas, como
mujeres, como madres. Deben ser liberadas. Los artistas siempre tienen
razón cuando se expresan a si mismas", aseguró la cantante
estadounidense a la versión digital del diario "Kommersant".
En su opinión, "las chicas no se merecen cinco años de cárcel. No se
merecen ni siquiera un año. Un cristiano, un buen cristiano sabe amar y
perdonar".
"Espero que el presidente Putin libere a las
chicas. Creo que si él quiere, puede cambiar la situación. Quiero que
las absuelvan", indicó.
Precisamente, hoy la Fiscalía de Rusia
pidió tres años de prisión para las tres acusadas de Pussy Riot,
Tatiana Tolokónnikova, María Aliójina y Yekaterina Samutsévich, por un
delito de gamberrismo motivado por odio religioso.
"Madre de
Dios, echa a Putin", decía la canción interpretada por el grupo punk, en
cuya defensa han salido los opositores rusos y numerosas estrellas de
la música como Sting, Peter Gabriel o Red Hot Chilli Peppers.
Las acusadas, en prisión preventiva desde marzo y presas de conciencia
para Amnistía Internacional, se declararon hoy inocentes del delito que
se les imputa y solicitaron la absolución.
Pussy Riot decidió
escenificar su actuación en Cristo Salvador después de que el patriarca
ortodoxo pidiera el voto para Putin en vísperas de las elecciones
presidenciales de marzo, lo que indignó a la oposición.
Además, Madonna también salió hoy en el concierto en defensa de los
homosexuales rusos, a los que las autoridades rusas prohíben celebrar
marchas de orgullo gay.
"Quiero hablar de la libertad. Conmigo
en el escenario hay gente de todos los rincones del planeta y todos
somos una familia. Homosexuales, heterosexuales y nosotros, somos todos
personas", señaló.
Por ambas razones, organizaciones
nacionalistas y ortodoxas radicales han pedido a las autoridades que
suspenden los conciertos y han convocado varios actos de protesta contra
la que consideran una "sacrílega".
Algunos ortodoxos
radicales adelantaron que quemarían públicamente una foto de Madonna
frente a la sede del concierto como señal del "futuro castigo divino" y
"advertencia de los suplicios que le esperan en el más allá".
Por si fuera poco, Madonna podría ser multada por hacer propaganda
homosexual durante su concierto del jueves en San Petersburgo, cuyo
Gobierno aprobó este año una ley que multa que prohíbe promover las
actitudes y comportamientos de las minorías sexuales.
Madonna
ya protagonizó un gran escándalo la primera vez que actuó en tierras
rusas en 2006 en el marco de su gira mundial "Confessions", debido a las
críticas vertidas por los integristas ortodoxos contra la diva del pop.
El momento en el que la cantante aparecía colgada de una cruz con una
corona de espinas en la cabeza es el que más escandalizó a los fieles
ortodoxos rusos, que pidieron al patriarca ortodoxo que excomulgara a
los organizadores. EFE
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