"Tras la fachada de retórica humanitaria, la
resolución esconde un apoyo descarado a la oposición armada", dijo el
embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, al explicar el voto negativo
de su país a un texto presentado por los países árabes de la ONU y que
logró una amplia mayoría en el plenario del organismo internacional.
Rusia fue uno de los doce países que votaron en contra de la
resolución, además de China, Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela,
Nicaragua y Bolivia, entre otras, quienes consideraron poco objetivo un
documento que, presentado por Arabia Saudí, señala directamente a Al
Asad como primer responsable de la violencia que vive el país.
Churkin aseguró que la resolución, que también deplora la parálisis en
la que está sumido el Consejo de Seguridad para frenar el conflicto, no
detendrá la guerra que vive el país y acusó a sus patrocinadores de ser
quienes apoyan y financian a la oposición, a la que proveen de "armas y
mercenarios".
El diplomático ruso, que habló tras el receso de
mediodía que se tomó la Asamblea General después de aprobar la
resolución, también criticó el hecho de que la resolución deplore la
inacción que vive el Consejo de Seguridad, donde Moscú y Pekín han
vetado ya tres resoluciones sobre el conflicto ruso.
Según
explicó, el texto es "contrario" a los esfuerzos encaminados a respaldar
el plan de paz ideado por el dimitido enviado especial Kofi Annan y
mina además "las posibilidades de que se inicie un proceso que lleve a
una solución política" al conflicto.
Por su parte, el
embajador adjunto de China, Wang Min, defendió el voto negativo de su
país diciendo que "una posición de presión solo sobre una parte" no
logrará resolver la crisis siria, sino que hará "descarrilar una
solución política y provocará una mayor escalada" de la violencia.
La resolución, que logró el respaldo de la mayoría de países árabes y
occidentales de la ONU, condena las graves violaciones de los derechos
humanos y el uso de armamento pesado por parte de Al Asad, y reconoce
que el "primer paso para lograr el cese de la violencia deben darlo las
autoridades sirias".
China y Rusia fueron los únicos miembros
del Consejo de Seguridad que votaron en contra de la resolución de este
viernes, mientras que India y Pakistán, miembros temporales, se
abstuvieron.
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido votaron a
favor, como también hicieron Alemania, Azerbaiyán, Colombia, Guatemala,
Marruecos, Portugal, Sudáfrica y Togo.
"Pese a la continua
oposición de una minoría cada vez más aislada, la inmensa mayoría de los
miembros de la ONU está decididamente con el pueblo sirio en su
búsqueda por que se respeten sus legítimas aspiraciones", dijo la
embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice, en un
comunicado.
Según Rice, su país seguirá trabajando con sus
socios "en Naciones Unidas y en todas partes" para que "la transición
avance en Siria, proveer ayuda humanitaria a quienes la necesiten y para
unir y reforzar a la oposición política" a Al Asad.
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