Rusia gana a Brasil en balonmano

La selección brasileña femenina de balonmano se complicó la posibilidad de concluir la primera fase como líder del grupo A, tras perder hoy por 31-27 ante Rusia, en un encuentro en el que las sudamericanas pagaron con la derrota el apagón ofensivo que sufrieron en el tramo final.

Fueron dieciséis últimos minutos en los que las brasileñas tan solo fueron capaces de anotar tres goles, una estadística demoledora ante cualquier rival y mucho más ante la potente selección rusa, que se tomó la revancha por la contundente derrota (36-20) sufrida ante las sudamericanas en el último Mundial.

Aquel triunfo, paradójicamente, ha supuesto una auténtica losa para la selección brasileña, que no entendió hasta muy tarde que en esta ocasión el duelo con las rusas no iba a ser el paseo que fue el partido por el quinto puesto mundialista disputado el pasado mes de diciembre.

No tardaron en comprobarlo las pupilas de Morten Soubak, que superadas por completo en todas las facetas del juego por la selección rusa, ya marchaban a los doce minutos con una desventaja de cinco goles (7-2) en el marcador.

Pero si algo ha demostrado Brasil en estos Juegos es que no está dispuesta a rendirse nunca, ilusionada como está por conseguir una medalla, que era muy consciente que se le encarecería notablemente si perdía hoy ante Rusia.

Un circunstancia que llevó a Brasil a apretar los dientes en defensa, propiciando los primeros contragolpes, con la extremo Alexandra siempre como punta de lanza, que a la larga le permitirían devolver la igualdad (10-10) al marcador.

Las tablas se rompieron nuevamente antes del descanso, gracias a la formidable capacidad de lanzamiento del equipo ruso, que de la mano de Marennikova y Postnova logró concluir el primer tiempo con una mínima renta (15-14), que se dispararía en la segunda mitad.

Y es que pese a la irrupción de la extremo izquierdo Fe, que firmó en el segundo tiempo cinco goles, Brasil volvió a estrellarse en la reanudación ante las gigantescas defensoras rusas, que pusieron de nuevo en ventaja (23-20) a las de Trefilov.

Alarmante diferencia, que volvió a sacar los mejor de Brasil, que más a base de carácter que de juego logró nivelar de nuevo la contienda (24-24), aunque con un coste físico y emocional del que no se recuperaría ya.

Así lo demuestran los tres únicos goles, el último ya sobre la bocina final, que logró anotar el conjunto brasileño hasta el final de la contienda, lo que permitió a Rusia, liderada por la extremo Emiliya Turei, lograr un parcial de 7-3, que posibilitó el 31-27 final.

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