Cuba muestra interés por adquirir nuevos modelos rusos de helicópteros civiles

El modelo Ka- 226 T. Fuente: Flickr/ plutogno.

El modelo Ka- 226 T. Fuente: Flickr/ plutogno.

Cada vez más países latinoamericanos muestran interés por adquirir los equipos rusos de aviación. Según informó el Ministerio de Industria y Comercio, en un encuentro bilateral con el correspondiente ministerio cubano que tuvo lugar la semana pasada, se debatió la posibilidad de que Cuba compre los helicópteros civiles rusos Ka-226T, Ka-32А11VS y Ansat.

Últimamente, el holding “Vertolioty Rossii (“Helicópteros de Rusia”) ha optado por una estrategia de marketing agresiva en los mercados extranjeros y no oculta su ambición de dominar un sector de mercado tan complejo como el de suministro de helicópteros civiles a los países de América Latina. En estos países, Rusia se ha percibido tradicionalmente como proveedor de productos destinados a fines esencialmente militares, mientras que para labores de patrullaje aéreo y operaciones de búsqueda y salvamento siempre se han preferido helicópteros de la compañía estadounidense Bell. 

El Ka-32A11BC ya se está utilizando con éxito en Brasil, donde fue certificado. Este modelo de helicóptero ha demostrado sus capacidades operativas en condiciones extremas: su diseño le permite despegar, aterrizar y maniobrar en montañas y espacios marítimos con un viento de hasta 20 metros por segundo.

Según un estudio publicado por la empresa Honeywell, la tasa de renovación de la flota de helicópteros en Asia y América Latina es muy alta. De acuerdo con los resultados del estudio, el mercado de América Latina, junto con el de Asia, es el tercero más grande del mundo. Honeywell pronostica que para el año 2016 el nivel de demanda de nuevos helicópteros civiles en el mundo llegará a 5200 unidades, de las cuales las dos terceras partes serán helicópteros livianos bimotores o de un solo motor. Éste es el tipo de helicópteros que, según el estudio, muestra el mayor potencial para liderar la expansión global del sector. Honeywell subraya que se refiere a las empresas Eurocopter, Bell y Robinson, los “corifeos” de la industria aeronáutica civil. Sus helicópteros, AS350B, Bell 407, Robinson R66, serán los más solicitados en los próximos años.  

Alrededor del 70% de la producción de “Vertolioty Rossii” constituyen los helicópteros medios de la familia Mi-8/17. Sin embargo, para no caer en una dependencia total de este modelo, que es todo un “superventas”, los fabricantes rusos están desarrollando activamente nuevos productos en otros segmentos de la industria aeronáutica. El mayor esfuerzo se está invirtiendo en el desarrollo de helicópteros de clase liviana. Actualmente, este nicho de mercado es el más reclamado por los operadores comerciales. Ahora, “Vertolioty Rossii” está apostando precisamente por las aeronaves de este segmento: el Ka-226T y el Ansat. Se trata de helicópteros de clase liviana que están destinados tanto al transporte de pasajeros, como a labores de búsqueda y salvamento.

El embargo impuesto por los Estados Unidos sobre las operaciones comerciales con Cuba, reduce notoriamente el círculo de posibles proveedores de aeronaves para el país. En este sentido, Rusia tiene todas las papeletas para convertirse en el principal proveedor de helicópteros civiles livianos y medios a Cuba. De este modo, la Federación Rusa se convertiría de exportadora de máquinas para fines militares en proveedor de vehículos aeronáuticos utilizados en el ámbito de la aviación civil, reanudando así  la cooperación con la Isla de la Libertad, aunque a una escala más modesta de lo que era en la época soviética.  

Hasta la década de 1990, Cuba fue uno de los mayores consumidores del armamento soviético. En el transcurso de 30 años, desde 1960, el volumen del suministro de armas y maquinaria militar – desde tanques hasta helicópteros y submarinos – por parte de la URSS a la Isla de la Libertad, llegó a rondar los 16.000 millones de dólares. Sin embargo, tras la caída de la Unión Soviética, todos los suministros a la Isla de Cuba fueron congelados. El cierre de la  base de espionaje  electrónico de Lourdes, al sur de la Habana, en el año 2003 puso el punto final a la colaboración técnico-militar entre ambos países. La cooperación en el ámbito técnico-militar entre Rusia y Cuba todavía no se ha restaurado. Sin embargo, Cuba ha anunciado su intención de adquirir una cadena integral de producción de municiones para fusiles de asalto Kaláshnikov.  

El 40% de la flota de aviones cubana es de producción soviética y rusa. En los últimos años, Rusia ha suministrado a Cuba siete aviones de pasajeros modernos: tres IL-96-300 y cuatro Tu-204.

“Ahora, Rusia tiene la intención de mantener y desarrollar su cooperación con Cuba, suministrándole equipos rusos de aviación (aviones y helicópteros), entre ellos naves para transporte de turistas procedentes de terceros países”, informó el asesor del Presidente de la Federación Rusa, Yuri Ushakov, en vísperas de la reunión de Vladimir Putin con el Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros de la República de Cuba, Raúl Castro.  

A pesar de las actuales reformas económicas en el país, la situación financiera de Cuba sigue siendo bastante complicada, por lo que es probable que su gobierno carezca de fondos necesarios para la adquisición de los nuevos equipos de aviación. Sin embargo, el problema se puede resolver si Rusia abre una línea de crédito a Cuba, como hizo anteriormente con Venezuela. Por otra parte, el aplazamiento de los beneficios económicos de los posibles suministros de helicópteros civiles a Cuba, se compensaría con la consolidación de la presencia rusa en un nicho de mercado todavía nuevo para Rusia: el de América Latina. Teniendo en cuenta el incremento de la demanda de helicópteros livianos en la región, Rusia tiene todas las posibilidades de convertirse en un exportador de gran alcance de aeronaves de alas giratorias para el uso civil.  

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