También incluye las reglas de navegación y el
coste del arrendamiento de los buques rompehielos necesarios para
circular por la zona, que está cubierta de hielo prácticamente todo el
año.
Otro de sus objetivos es propiciar la construcción de
modernas infraestructuras que garanticen la seguridad de los buques a lo
largo de toda su travesía.
Putin dio el espaldarazo
definitivo a la ruta marítima ártica en septiembre del pasado año
durante un foro internacional, aduciendo que "esta vía (ártica) es
prácticamente un tercio más corta que la ruta tradicional".
La
considerable reducción de la capa de hielo que cubre el océano Glacial
Ártico debido al calentamiento global permitió hace dos años que un
petrolero ruso abriera este itinerario con la ayuda de varios
rompehielos.
"El cambio climático que incrementa gradualmente
el período de navegación y el progreso tecnológico abren a la humanidad
nuevos territorios por descubrir en la región ártica (...) Y es evidente
que la actividad económica crecerá", dijo Putin.
Por esto,
Rusia construirá nuevos puertos en la costa ártica, donde los buques
podrán abastecerse y atracar en caso de accidente y que contarán con
centros de coordinación de las operaciones de salvamento, apuntó.
Un barco tiene que recorrer 10.600 kilómetros para llegar por el
norte desde la ciudad rusa de Múrmansk (mar de Bárents, cerca de la
frontera con Noruega y Finlandia) al puerto chino de Shanghái, mientras
que si opta por cruzar el canal de Suez necesita surcar 17.700
kilómetros.
"Hay que invertir en la flota de rompehielos y en
el desarrollo de los puertos. Todos deben tomarnos por una potencia
ártica", afirmó por su parte el primer ministro, Dmitri Medvédev,
durante una visita al lejano oriente ruso.
Rusia es el único
país del mundo que cuenta con una flota de rompehielos atómicos, por lo
que tendría el monopolio de la ruta.EFE
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