Un nuevo preparado previene las enfermedades oculares. Fuente: Itar Tass.
¿Por qué han optado por el síndrome de ojo seco para los primeros ensayos
clínicos?
Hay dos respuestas. En primer lugar, es una enfermedad incurable, y cualquier éxito en el tratamiento de una enfermedad de este tipo es impactante. Y la segunda: para el síndrome del ojo seco, solo hay tratamiento sintomático, que no elimina el motivo de la enfermedad.
¿Qué han demostrado las pruebas del preparado?
El momento decisivo es cuando
después de tres semanas se pregunta a los pacientes si tienen quejas. Con
nuestro preparado, el 60% dijo que no, mientras que con el tratamiento
sintomático con fármacos, solo el 20%. Creo que si las pruebas hubieran durado
más tiempo, el porcentaje sería aún mayor. Hace seis meses que tratamos el
glaucoma y las cataratas, y hasta ahora no ha habido ningún caso adverso en
decenas de personas. Por cierto, el síndrome del ojo seco, no lo elegimos
nosotros, sino que lo propuso el ministerio de Sanidad.
Dicen que usted mismo se curó los ojos con su preparado...
Sí, en general tengo una mala
herencia en lo que a la vista se refiere. Tuve cataratas seniles. Tenía los dos
ojos afectados, el derecho más que el izquierdo. Sentí que con el ojo derecho
ya no podía leer. Mi médico me recomendó operarme para reemplazar el
cristalino. Y me tomé un descanso durante seis semanas y empecé a experimentar
con nuestro producto. Después fui a la consulta y el médico me seguía
recomendando la operación de un ojo. La cuestión es que nuestro producto no
funciona en las ratas de edad muy avanzada. Así que decidí que yo era una rata
vieja. Pero entonces Dios me castigó por no creer en mis propias fuerzas. El
segundo ojo no lo operamos de inmediato, pero yo seguía experimentando. Y volví
a la consulta del médico solo ocho meses después. Y este me dijo: "¿Qué ha
hecho con sus cataratas? Ya no están. Usted no necesita cirugía". Han
pasado cuatro años desde entonces, sigo echándome las gotas y las cataratas no
han aparecido.
El objetivo principal del proyecto 'píldora de la juventud' es conseguir la exclusión del envejecimiento del organismo. En los próximos años, usted tiene que comenzar los ensayos clínicos. ¿Cuándo será exactamente?
Estamos
intentando que las pruebas empiecen el próximo año.
¿Cómo se determinará que el medicamento es eficaz?
Se manifestará en las terapias de
las enfermedades seniles por separado. Hay varias opciones. Hemos tenido mucho
éxito con el tratamiento de las heridas. Es conocido lo tormentosa que es la cicatrización para los ancianos.
¿Y las enfermedades del corazón? También son enfermedades del envejecimiento, como por ejemplo la arritmia.
Sí. Este es el siguiente en la
lista. Hemos probado con distintos tipos de arritmias con las ratas,
y todas se curan estupendamente.
La segunda manera de frenar el programa de envejecimiento, aparte de con
nuestro preparado, es ayunar. Comer un 30% menos, y lo más importante no comer
carne.
¿Y cuál es el mecanismo?
Mi hipótesis es que cuando se reduce
la cantidad de alimentos, algunos receptores del organismo lo registran en la
sangre, y lo perciben como una amenaza de hambre. Y para la población, lo único
peor que el hambre es una epidemia. El organismo se encuentra ante una
elección: o bien, movilizar todos los recursos para encontrar comida o morir.
En tal situación, todos los 'programas opcionales' se cancelan. El programa de
envejecimiento también es opcional, es necesario solo para las generaciones
futuras. Pero, por desgracia, ante la señal de hambre surge la ansiedad. Esto
se puede medir: una rata común en una rueda no recorre más de un kilómetro al
día, y ante la señal de hambre, llega hasta ocho, y a veces incluso muere de
agotamiento. Intenta escapar y encontrar comida. Si utiliza nuestro preparado
no existen tales efectos debido a que los receptores indican que todo está en
orden.
¿No teme que la 'píldora de la juventud' se convierta en el análogo de la bomba atómica en la biología? ¿Revolucionará completamente la vida social?
Si lo hace, será hacia su mejor
lado. Se pueden imaginar tales consecuencias, por ejemplo: dejarán de funcionar
los ascensos sociales. El jefe será jefe durante cien años, eternamente joven.
Todo esto debe resolverse políticamente. Yo no soy político, soy biólogo. Nuestro trabajo es ofrecer. Después de todo, ya está sucediendo: las personas viven ahora, de promedio, dos veces más que en el siglo XIX.
Sí, ya hemos pasado por una revolución semejante: los antibióticos.
Lo hemos hecho. Y nadie se ha
quejado. Por cierto, no estoy diciendo que la gente vaya a vivir 800 años. Hay
un ejemplo: las ballenas. Ellas no envejecen, sino que maduran con la edad y
viven alrededor de 200 años. Por lo visto, no tienen un programa de
envejecimiento, pero eso no quiere decir que no le pase nada malo a su
organismo. Los órganos del cuerpo se desgastan. Hay verdaderas enfermedades de
envejecimiento, y, creo yo, que no viviremos 800 años. Y por cierto, todavía
está el cáncer, que nuestra píldora no cura. Es decir, que cada uno vivirá hasta
su cáncer. Por lo tanto, no se sabe
cuántos años se puede extender la vida, y esto no es lo principal. Lo principal
es que desaparecerá esa sector de personas que se hunden en la infancia, si no
mental, en cuanto a habilidades físicas se refiere. Con los animales hemos
podido hacerlo. Hay esperanza de que se pueda hacer también con las
personas.
Artículo publicado originalmente en Russki Reporter.
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